El arzobispo emérito de Zaragoza estará al frente de estas dos diócesis hasta el nombramiento y toma de posesión de un nuevo obispo
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Mons. Vicente Jiménez Zamora con el Papa Francisco. Dominio público |
Mons. Jiménez Zamora estará al frente de estas dos diócesis hasta el nombramiento y toma de posesión de un nuevo obispo.
"Me ha producido sorpresa"
Tras
recibir esta noticia, Vicente Jiménez ha escrito una carta saludo en el que
expresa que "el nombramiento me ha producido sorpresa. Me
encuentro en situación de Arzobispo emérito de Zaragoza, dedicado
a una oración sosegada, al retiro silencioso y a tareas de menor
responsabilidad. Consciente de mis limitaciones y de las cargas del oficio
episcopal, apoyado en la gracia del Señor, he aceptado este nuevo servicio con
espíritu de obediencia apostólica y disponibilidad pastoral, siguiendo
el consejo de “nada pedir y nada rehusar”, y haciendo mías las palabras de la
Virgen María: aquí estoy; hágase; y se
alegra mi espíritu en Dios mi Salvador".
Agradecimientos
Así
mismo, ha expresado sus sentimientos de profunda gratitud al Papa Francisco,
"por la confianza que ha depositado en mi humilde persona al nombrarme
Administrador Apostólico, durante el tiempo en que las dos Diócesis permanezcan
en Sede Vacante, en la espera
de un nuevo Obispo propio. Manifiesto al Santo Padre mis sentimientos de
fraterna adhesión y fidelidad, a la vez que le ofrezco mi oración".
También
agradece al Sr. Cardenal Prefecto del Dicasterio para los Obispos y al Sr.
Nuncio Apostólico la comunicación oficial de la noticia y "a mi hermano
Mons. Don Julián Ruiz Martorell, vuestro anterior Obispo, la labor realizada
con celo apostólico, con entrega generosa y con sacrificio
callado, durante doce años y nueve meses en las dos Diócesis unidas in persona episcopi. Le deseo un pastoreo
feliz en la Diócesis de Sigüenza - Guadalajara".
"No debe ser un tiempo
de inmovilismo pastoral"
Jiménez
Zamora explica que el periodo de "Sede
Vacante no debe ser un tiempo de inmovilismo pastoral ni de paro
encubierto, porque el Espíritu Santo sigue guiando a su Iglesia, que en este
momento histórico de cambio de época es una Iglesia
Sinodal: comunión, participación y misión. En esta Iglesia con rostro
sinodal, todos somos a la vez discípulos misioneros, llamados a tejer lazos y a
construir comunidad, como nos pide el Informe
de Síntesis del Sínodo de los Obispos. Por otra parte, la vida
eclesial sigue y debemos realizar los Planes Pastorales Diocesanos en
marcha".
Fuente: ReligiónConfidencial