Símbolo de la bendición papal, será entregada por Francisco al icono mariano custodiado en Santa María Mayor en la tarde del 8 de diciembre, Fiesta de la Inmaculada Concepción. Un gesto histórico que no se repite desde hace 400 años
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El Papa Francisco reza ante la imagen de la Virgen Salus Populi Romani en la Basílica de Santa María Mayor |
El Acto de Veneración a la estatua de la
Inmaculada Concepción en la Plaza de España, que el Papa realizará a las 16
horas del 8 de diciembre, tendrá una pequeña ceremonia media hora antes en
Santa María la Mayor, a la que Francisco llegará en la tradicional visita a la
basílica para llevar el regalo de la "Rosa de Oro" al icono de la
Virgen Salus Populi Romani.
Un regalo antiguo
La Rosa de Oro tiene raíces antiguas, simboliza
la bendición papal y la tradición de este regalo se remonta a la Edad Media. A
lo largo de los siglos se ha regalado a monasterios, santuarios, soberanos y
personalidades destacadas en reconocimiento a su compromiso con la fe y el bien
común. Con el regalo de la Rosa a la Salus, "el Papa Francisco -se lee en
una nota de la basílica mariana- subraya la importancia espiritual y el
profundo significado que este icono tiene en la vida de la Iglesia católica, al
ser también el santuario mariano más antiguo de Occidente dedicado a la Madre
de Dios".
Los dos precedentes
La que donará el Papa no es la única Rosa
atribuida a la Salus. La primera fue donada en 1551 por el Papa Julio III, que
sentía una gran devoción por el icono mariano conservado en la Basílica y
donde, en el altar del Pesebre, había celebrado su primera misa. En 1613, el
Papa Pablo V donó la Rosa de Oro con motivo del traslado del venerado icono a
la nueva capilla erigida al efecto. La Basílica no conserva ningún rastro de
las dos Rosas de Oro donadas por los dos Pontífices, que probablemente se
perdieron con la invasión napoleónica de los Estados Pontificios (Tratado de
Tolentino 1797). Así, después de 400 años, prosigue la nota, "el Pontífice
ha elegido dar una señal tangible de su devoción al venerado icono, reforzando
el vínculo milenario entre la Iglesia católica y la ciudad de Roma".
"Gesto histórico"