Una semana después de perpetrar la profanación y robo de una capilla en la Diócesis de Orihuela-Alicante (España), los autores se han confesado y han devuelto los objetos sagrados sustraídos
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Imagen referencial del sacramento de la confesión. | Crédito: P. Vytautas Markünas, SDB / Cathopic |
Así lo ha adelantado Mons. José
Ignacio Munilla durante la emisión de su programa Sexto Continente que
conduce cada lunes y viernes en Radio María España, quien se ha congratulado de
que las oraciones que se pidieron la pasada semana hayan surtido efecto.
“Pedimos el don de la conversión
para quienes hubiesen realizado ese sacrilegio y hoy os voy a dar una buena
noticia. Las oraciones han sido escuchadas y quienes han perpetrado ese robo
sacrílego han tenido su arrepentimiento y se han confesado”, explicó.
El Prelado añadió que los autores de la profanación “han devuelto todo lo
robado” y que “la Iglesia obviamente preservará bajo su sigilo sacramental las
personas, las identidades de quienes pecaron de esta manera”.
“Ahora que el Señor ha tocado los
corazones, solamente podemos decir: ¡Gloria a Dios!”, añadió Mons. Munilla
antes de subrayar que “la verdadera solución es el arrepentimiento, es el
retorno a la voluntad de Dios”.
La capilla del Hospital Quirón de
Torrevieja (localidad de la provincia de Alicante) fue profanada en la
madrugada del domingo 5 de noviembre y según su capellán, P. Javier Vicens, los
ladrones se llevaron el sagrario, con la reserva eucarística, una cruz de
altar, un cáliz, una casulla, un corporal y un libro litúrgico.
La Diócesis expuso en un comunicado que
“la profanación de la Sagrada Eucaristía es un hecho grave”, motivo por el cual
se pidió “que las parroquias, comunidades religiosas y fieles en general,
realicen actos de desagravio por el sacrilegio acontecido”.
En él se subrayaba que lo más grave,
más allá de “los elementos materiales sustraídos, que tiene su valor e
importancia”, es el hecho “del sacrilegio de la Eucaristía”. En consecuencia,
quedó “suspendida cualquier tipo de celebración en la capilla del hospital
hasta que el Obispo haga un acto de reparación y desagravio por los hechos
sucedidos”.
Por Nicolás de Cárdenas
Fuente: ACI Prensa