Veterano misionero redentorista español en Perú, ahora publica sin cesar en Internet
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Mons. Alemany Grau con la Virgen del Perpetuo Socorro, devoción redentorista Dominio público |
Impulsa
ahora un
nuevo blog en ReL (que suma a otras plataformas donde
predica o escribe) y explica nuestros lectores su historia de vocación y
evangelización.
- Don José Ignacio, ¿cómo era la vida de
fe en su familia, y cómo entró en los redentoristas?
-
En mi familia había un amor
grande a la Virgen del Perpetuo Socorro. Tuve dos tías religiosas y mi
misma familia que vivía un clima de oración diaria. De los ocho hermanos, tres se casaron
por la Iglesia y cinco nos
consagramos al Señor como religiosos. Antes de cumplir 6 años, recibí la
primera comunión en una casa del pueblo. (La parroquia, tras la Guerra Civil,
había quedado muy dañada). Recuerdo que en nombre de los demás niños yo hice la
renovación de las promesas del bautismo. Con ese motivo una de mis tías
redentorista me envió una
estampita que aún conservo. Decía: 'Pídele a Jesús que te haga un misionerito y que
bendiga a todos y a España'.
- ¿Qué le gusta de la espiritualidad
redentorista?
-
Me gustaba porque teníamos trato frecuente con algunos misioneros redentoristas
y devoción a la Virgen del Perpetuo Socorro. Poco después de la Guerra Civil
nos habíamos trasladado cerca de su Santuario de Madrid. A los 9 o 10 años me
vestí de redentorista para hacer propaganda de la congregación. Y a los 11 años ingresé al Seminario
menor redentorista.
»Después,
con los años, fui descubriendo muchas más cosas, el amor filial a la Virgen
María, en concreto, como Perpetuo Socorro y la vida misionera de nuestro fundador San Alfonso María de Ligorio. Él destacó
por la profundidad y sencillez de su predicación y escritos. He intentado
imitarle en eso, en la evangelización y en mis publicaciones. También me llenó
su espíritu misionero.
- ¿Cuántos años lleva en misiones?
-
Desde que llegué al Perú, en el año 1963, hasta que me nombraron obispo en
1995, estuve fundamentalmente dedicado a las misiones. Siempre busque nuevos
caminos para evangelizar mejor. Por ejemplo, en 1967, por primera vez incorporamos a unas laicas a la misión
redentorista de Huancabamba, en la sierra de Piura.
»También
inicié unas Jornadas
Juveniles, que eran una vivencia de tres días en la playa con cantos, oración, formación y
eucaristía. El primer grupo de jóvenes volvieron ilusionadas, pero no fueron
bien aceptadas por las religiosas de su colegio. Sin embargo, al año siguiente, varios colegios de la zona
¡nos pidieron las Jornadas para sus estudiantes! De esta experiencia surgió
mi librito «Alicia y las jornadas juveniles», que narra la corta vida de una de
estas jóvenes que, enamorada de Jesús, quiso entrar en la vida contemplativa,
pero murió en el Noviciado redentorista de Madrid.
- A veces, los misioneros en América
hablan de viajes extenuantes en mulas, piraguas...
-
Creo que mi viaje más
largo trasladándome a lomo de bestia duró 13 horas. Llegué muy cansado al
pueblo que esperaba reunido en la noche. Celebré la misa, prediqué y, a
continuación, dormí sobre un poyo de adobe. Al día siguiente me desperté como
nuevo para continuar la misión. Es un ejemplo, pero tengo muchas más anécdotas,
claro.
»Por
ejemplo, una vez tenía 400
niños reunidos en nuestro templo del Rímac para la catequesis y empezó un terremoto. Aunque
yo les decía que se quedaran tranquilos todos salieron disparados y no quedó ninguno en
las bancas. ¡Y doy gracias
a Dios, porque una de las ventanas grandes cayó sobre una banca que
antes ocupaban!
- Los misioneros veteranos también
hablan a veces de su esfuerzo con las vocaciones nativas...
-
Yo me dediqué tres años promover vocaciones en la diócesis de Chulucanas, un
lugar donde las familias tenían miedo de dejar salir a sus hijos. Tuve que
crear un preseminario para hombres y una casa de formación para mujeres. Otra
iniciativa importante se llamaba «El club de la gracia», compuesto por un buen número de
oficinistas entusiastas en la fe que se reunían semanalmente y, entre
otras cosas, participó en el «Corso de primavera de Piura», evangelizando con
un trailer decorado, en el que hacían propaganda de su nombre.
»Al
principio, en las Misiones Populares Redentoristas, los laicos participaban muy
poco. Nosotros empezamos
los primeros «laicos redentoristas» en el Santuario de nuestra Señora
Perpetuo Socorro de Piura cuyos nombres constan en la curia general
redentorista de Roma. Así surgió el Equipo Misionero Redentorista con el cual estuvimos varios años en un mismo
lugar fortaleciendo la fe, en vez de una misión de ocho o quince días.
También, como equipo, implementamos la Nueva Imagen de Parroquia en la Diócesis
de Chulucanas.
- Entonces, ¿los laicos se fueron
implicando?
-
Sí, mucho. Era hermoso ver cómo participaban cientos de personas en las distintas parroquias donde
organizábamos coordinadores, encargados de la liturgia, acción social, difusión
y mensajeros. En el caso de la parroquia de Ayabaca, que tenía 110 caseríos, esto suponía varios miles
de personas implicadas a las que convocábamos por grupos para hacer
retiros de oración y formación.
»Tuve
la oportunidad, por gracia de Dios, de dirigir misiones en ciudades más grandes de Perú como la de
Chimbote, Chiclayo, Trujillo en las que participaron sacerdotes
redentoristas de diversos países y, durante mi episcopado, la Misión de
Chachapoyas que apoyó un grupo de Redentoristas españoles. En lo
fundamental he procurado que llegue la fe a los más sencillos en los distintos
pueblos y ciudades, pero buscando abrir nuevos métodos de misión.
- ¿Cómo ve usted a los misioneros
españoles jóvenes que hoy llegan a América Latina?
-
Soy testigo del celo
apostólico y entrega generosa que tienen los misioneros españoles que
llegan hoy a algunas diócesis del Perú, como es el caso de Moyobamba, de Lurín,
etc. Pero desde España hace muchos años que no llegan a Perú redentoristas
nuevos.
- Muchos españoles rezan y ayudan a las
misiones en Hispanoamérica. ¿Qué deberían entender?
-
Hay lugares donde la gente
sufre como fruto de las ideologías
destructoras y en otros por la pobreza y extorsión de quienes se aprovechan de los
pobres. Ciertamente, la vida religiosa está cada vez más comprometida con las
personas que viven en pobreza y limitaciones. Los consagrados se distinguieron
por la fe profunda en su vida y también por el servicio sacrificado en favor de
los demás. Por ejemplo, cuando
la pandemia del coronavirus, se multiplicaron las «ollas comunes», la
instalación de plantas de oxígeno y reparto de alimentos, y así llegaban a los
más golpeados por la pobreza. Y esto, junto con la santa misa y servicios de
fe. Muchos de estos servicios continúan aún.
- Hoy en España hay un gran interés por la
evangelización con kerigma. Usted tiene experiencia en eso...
-
El anuncio del kerigma fue una gran inquietud nuestra desde el principio, pero,
sobre todo, cuando en 1986 formamos parte del Proyecto de Evangelización 2000. Era todo un impulso
internacional. Surgieron así nuestros libritos «Cómo proclamar el kerigma» y «Discípulos y
misioneros», entre otros. Llevamos esa ilusión a las calles,
las plazas, los teatros, los templos. Anunciábamos el kerigma y la juventud
respondía con generosidad.
- ¿Cómo era ese anuncio del kerigma?
-
La predicación kerigmática es el anuncio de Cristo y se proclama de una manera
vivencial: presentar a
Jesús, amado del Padre, único Señor de la historia, que venció el pecado y la muerte para salvarnos y
abrirnos las puertas del Reino. Se anuncia sobre todo con el testimonio directo
y el «tú a tú» del anuncio. Ese anuncio lleva a la conversión a muchos oyentes. Nosotros
pedíamos que el kerigma fuera "A, B, C", es decir, "Alegre",
"Breve" y "Cristocéntrico", centrado en Cristo.
- ¿Qué era Evangelización 2000?
-
Era un gran proyecto a nivel mundial para preparar el 2000 cumpleaños de Jesús.
Su impulsor fue el padre Tom
Forrest, redentorista de EEUU. Lo presentó al Papa San Juan Pablo II como
una década de preparación previa al año 2000, con cursos de discipulado,
evangelización, animación misionera, publicaciones, campañas de oración,
retiros locales o internacionales, y siempre con el kerigma en el centro. El
padre Forrest me invitó a impulsar el proyecto en los países bolivarianos.
»Para
el año 2000, el grupo que integrábamos la dirección del proyecto en el Perú
decidimos mantener el trabajo apostólico y kerigmático con el nombre de
Asociación Católica Evangelización
Siempre, desligándonos de los integrantes que quedaron del
proyecto. Nuestra asociación cuenta desde su origen con la aprobación de la
Conferencia Episcopal Peruana y la aceptación expresa de varios obispos de
Perú.
- En España, Inglaterra, EEUU y otros
países, hay escuelas de evangelización de Ministerios de María, que le citan a
usted como autoridad...
-
Invitado por sus fundadores impulsé los inicios de
Ministerios de María. Los acompañé durante unos años. Este movimiento tiene
como fin fundamental proclamar el kerigma en distintas partes del mundo a
través de cursos y otras actividades.
- ¿Cómo empezó usted a implicarse en
medios de comunicación?
-
Yo quería aprovechar todos los medios para evangelizar. Empecé publicando en
1965 la «Reflexión
homilética dominical» en
uno de los diarios de la ciudad de Piura, Perú. Luego la fui
publicando en diarios de Chiclayo, Trujillo y Arequipa. Y desde entonces lo sigo haciendo todos los
domingos, hasta hoy, excepto en algún caso en que falló el envío «vía
fax» de entonces.
- Pero usted también ha hecho radio y
televisión...
-
Durante 7 años pude conducir un programa de formación en el canal PaxTV de Lima. Estaba dedicado a cursos de
evangelización y se llamaba «Evangelización Siempre». También fui director de Radio María
Perú durante 7 años. Durante este tiempo, al mismo tiempo que
director, conduje diversos programas de formación y entrevistas. Y luego llegó
Internet y también la usamos.
»Hoy
evangelizamos diariamente a través de nuestra página «Evangelización Siempre
Asociación Católica»: página web, YouTube, Facebook e Instagram.
Emitimos la santa misa, laudes, vísperas y completas, la reflexión diaria del evangelio y homilía breve, el santo
rosario, novenas y otras publicaciones y cursos. Algunas publicaciones
en vivo y otras grabadas. También a través de mi Facebook personal: José Ignacio Alemany Grau y José Ignacio Alemany Grau y amigos. También
en la web puede encontrarse la revista Correo Mariano.
- ¿Cómo impacta toda esa comunicación en
las personas concretas?
-
Muchos me dicen que en estas publicaciones se han encontrado con Jesús. Una vez
me encontré con un joven que atendía mesas en un restaurante. Había sido, de
pequeño acólito en una de las parroquias que atendimos. Me había oído en Radio
María y se alegró en reconocerme. Me dijo que a través del programa de entrevistas «Amigos de Dios» se
había reencontrado con Jesús. También durante la pandemia se ha palpado que estas
publicaciones, vídeos, oraciones, y sobre todo la misa, han ayudado al Pueblo de Dios.
- ¿Tiene un papel especial la radio en
selvas, montañas y barriadas humildes?
-
Sí, siempre me ha impresionado, al pasar por los campos, oír las pequeñas radios que tienen los
sencillos. Así aprovechan los medios de comunicación, particularmente
con Radio María. Para ellos la radio es muy importante, muchos no tienen acceso
a Internet. En muchos países la radio sigue siendo, aun en las grandes
ciudades, un importante
medio de evangelización que llega a millones de hogares con contenidos
de formación religiosa, humana, de acompañamiento, especialmente para enfermos
y ancianos.
- ¿Aún es útil publicar textos sencillos
y devocionales en papel, folletitos, o en Internet?
- ¿Qué piensa de los audios cortos,
podcasts, predicaciones en audio o vídeo?
-
Las predicaciones y mensajes en audio o vídeo son muy importantes porque la
gente los busca con interés cuando son transmitidos en directo o en
diferido. Estoy convencido de que la gente tiene hambre de Dios y busca este tipo de
contenido religioso. Hace algunos años, cuando empezamos a publicar por
Facebook, un video breve de cinco minutos con el Evangelio del día y homilía
breve, que aún continuamos publicando, alcanzó 78,000 personas más o menos.
Entonces no había prácticamente publicaciones similares. Ahora ya somos muchos
los que lo hacemos, gracias a Dios.
- Las congregaciones misioneras, ¿usan
bien los medios de comunicación para evangelizar?
-
Generalmente sí. Y también los medios modernos de evangelización del
«Continente digital», como llamó Benedicto XVI a Internet. La mayor parte de
las congregaciones misioneras utilizan estos medios modernos. También las ONGs,
aunque algunas de estas tienen el peligro de quedarse sólo en lo social o
ecológico.
- ¿Qué recomienda a sacerdotes y
consagrados que quieren evangelizar hoy?
-
Que sean consecuentes, fieles y valientes en su vocación. Y que anuncien a Jesús como único
Salvador enviado por el Padre a la humanidad. Y mi lema, tomado de San
Pablo: «Jesucristo es el primero en todo».
- ¿Y qué recomienda a los laicos que
leen ReligionEnLibertad?
-
Que busquen diariamente
las noticias positivas de la Iglesia. Yo lo hago cada día, con
ilusión, en Religión en Libertad.
Pablo J. Ginés
Fuente: ReL