La segunda temporada de Red de Redes arranca mirando de frente un tema que acostumbra a levantar polémica: la Agenda 2030.
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Silva, Bronchalo y Domenech comienzan su nueva tanda de episodios. Dominio público |
Pero… ¿quién no va a querer
"hambre cero" o "pobreza cero"?
Según la web del Ministerio de
Derechos Sociales y Agenda 2030, los Objetivos de Desarrollo Sostenible
"persiguen la igualdad entre las personas, proteger el planeta y asegurar
la prosperidad como parte de una nueva agenda de desarrollo sostenible", y
añaden que se trata de "un nuevo contrato social global que no deje a
nadie atrás". ¿Cuál es -uno diría- el problema?
Antonio María Domenech empieza
ofreciendo una clave: la Agenda 2030 y los ODS se presentan "con
apariencia de bien". Patxi Bronchalo añade que leyendo los 17 ODS
"más o menos todos estaríamos de acuerdo", pero destaca que estos se
desarrollan después en 169 metas o sub-objetivos en los que empieza a
descubrirse el pastel. "Bajo esa apariencia de bien -señala-, la
Agenda 2030 mete una antropología".
La antropología de la Agenda 2030
Para el padre Jesús Silva, el
problema es este: que la Agenda 2030 trae consigo una antropología, una
concepción del hombre, que no es cristiana, ni mucho menos. "En la
Agenda 2030 hay una concepción de que el hombre se hace a sí mismo, y de que no
estamos condicionados por la biología, ni por la raza ni incluso por la
especie", señala, y lo compara con la visión católica.
"Los cristianos consideramos
las cualidades que nos vienen dadas -sexo, raza, cultura, lugar de nacimiendo-
como un don de Dios, y tenemos que aceptarlas para desarrollar lo que estamos
llamados a ser", recuerda Silva. Por eso -continúa- en la antropología
"transhumana" de la Agenda 2030 hay un "grito como el de
Satanás: '¡Non serviam!', "no acepto la voluntad de Dios".
¿Se puede aceptar la igualdad de
género?
En concreto, los tres sacerdotes
identifican tres grandes discrepancias o puntos conflictivos entre los ODS y el
magisterio católico. En primer lugar, el quinto objetivo, "igualdad de
género". "Si hablamos de hombre y mujer como diferentes y
complementarios, pero iguales en derechos y en dignidad, estamos de acuerdo,
pero los problemas empiezan cuando metemos el tema de la ideología de
género y decimos que cualquier estilo de vida, modelo de familia o
matrimonio es válido", explica Silva.
Domenech reflexiona sobre el
fundamento bíblico de la distinción de sexo -"hombre y mujer los creó"-
y lamenta que "hoy la gente niega la existencia de la ley natural".
"La ideología de género -apunta Bronchalo- viene a decir que tienes
que escoger tu género al margen de tu realidad biológica", y
contrapone a ello la concepción cristiana: "Nuestro cuerpo, nuestra
naturaleza, nos cuenta una historia".
Para Silva -que asegura que tras la
Agenda 2030 hay lobbies de presión como la masonería o el Club Bilderberg- la
lucha por la igualdad de género supone una herramienta en la imposición del
"pensamiento único". "Le dan a la gente un enemigo falso para
que tengan algo por lo que pelear, y piensen que están cambiando el mundo
por llevar una banderita o usar cuatro siglas", dice.
La reducción de la población mundial
Otro punto conflictivo que
identifican los tres sacerdotes es la reducción de la población mundial, que
-dicen- está presente cuando la Agenda 2030 habla de reducir la pobreza, de
salud sexual y reproductiva o del medio ambiente. "Se mete la idea de
que el hombre es como un virus o un cáncer que está matando el
planeta, una concepción del ser humano como una plaga que debería pedir perdón
a la Madre Tierra y desaparecer", argumenta Silva.
Además, insiste, esta mentalidad va
ligada a la promoción del aborto: "Como somos demasiados, hay que eliminar
a los que sobran, que son los pobres y los hijos no queridos". Silva
señala que esto responde a "haber desvinculado la sexualidad del amor,
del vínculo y de la vida", y recuerda que para los católicos "la
verdadera salud sexual es que a ti el sexo te dé vida, te haga ser feliz, y eso
nosotros creemos que se realiza en el matrimonio cuando es un acto fecundo, de
entrega y amor, abierto a la vida".
"Cuanto más destruida está la
familia, más rota está la gente", concluye Bronchalo, y - citando al papa
Francisco- lamenta la "colonización ideológica"que supone la Agenda
2030. A menudo -critica- se condicione la oferta de ayudas a gobiernos
de países más pobres a la aceptación de estos postulados ideológicos.
Fuente: ReL /Red de Redes-ACdP