El Señor es mi roca
![]() |
| Dominicas de Lerma |
Buenos días, hoy Matilde nos lleva al Señor.
Qué pases un feliz día.
Seguimos de obras, estamos de obras. Y en el
corredor de las salas de trabajo, recién arreglada, uno de estos días apareció
un fallo. Íbamos con una carretilla con cajas de peso y, ¡ay, una de las
baldosas se resquebrajó y partió en pedazos!. Enseguida sacamos la conclusión:
por debajo estaba hueco y al caer peso sobre la losa no ha resistido la carga y
se hundió para adentro, rompiéndose. Efectivamente, esto era así, porque cuando
el albañil abrió el boquete, para arreglarlo, había una zona con gran vacío.
Esta anécdota normal en la construcción, el
Señor me hizo transportarla a nuestra vida espiritual y psicológica: Nosotros,
construimos nuestra espiritualidad con buena “base”, y ésta es Cristo. Nuestras
prácticas piadosas y de fe, van recubriendo nuestro suelo con bellas baldosas y
creemos que resistentes. Pero un día, nos llega el peso de la vida con algún
problema “fuerte y duro” y carga sobre mi psique y por tanto, sobre mi
espíritu. Creo haber puesto a Jesús como “cemento consistente”, en todo lo que
creo, me pueda sobrevenir... ¡Pero no es verdad, porque de repente algo se rompe en mí y me deja ver el hueco que no estaba
cimentado en Jesucristo!
Este hecho, nos puede pasar, infaliblemente
porque somos humanos y frágiles y éste, es el momento de un repaso de “mi base”
y con ello darme ocasión de crecer en todo mi ser y convertirme a Dios, en
aquello que debo cambiar. Pero ahora, desde un punto más profundo y concreto
donde algo me ha fallado y Jesús ha querido poner su dedo en “la llaga” para
curarme y devolverme una fe más pura y un amor más semejante al amor de Dios.
Pensaba en la oración que, ante este hecho nos
puede sobrevenir el desánimo y el pensar que no iba por buen “Camino”. Pero no
es verdad, lo que sucedió es que, Jesús quiere, desde ahora, trabajar Él más en
mí y yo en dejarme hacer por Él y por su gracia. Lo que a nosotros nos puede
parecer imposible y difícil, para
Jesús no es más que una mota de polvo que, con sola su voluntad, consigue
restaurar toda mi persona en Él.
Hoy el reto del amor es que, ante el desánimo
por mi impotencia, vuelva a poner mi “base” fuerte en Jesús porque Él siempre
será mi Roca donde puedo edificar seguro.
VIVE DE CRISTO
¡Feliz día!
30 septiembre 2023
Fuente:
Dominicas de Lerma
