Organización desorganizada
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Dominicas de Lerma |
Hola, buenos días, hoy Israel nos lleva al
Señor. Que pases un feliz día.
Cuando comienza el día, procuro presentar ante
el Señor las cosas que tengo que hacer. Así, juntos organizamos más o menos
para evitar que las horas pasen sin hacer lo que realmente tenía que hacer.
Pero me he dado cuenta de algo curioso. Calculo
el tiempo necesario para realizar una tarea en particular, pero cuando siento
que el tiempo es insuficiente, surge la misma tentación: terminarla pero dejar
la limpieza para más tarde, con el objetivo de pasar rápidamente a la siguiente
tarea.
Sin embargo, luego, cuando llega el momento de
la recogida, se vuelve aún más pesado. No obstante, he experimentado que si
guardo cada cosa en su lugar en el momento, volviendo a dejar todo como estaba,
me siento descansada, sin tareas "a medias". Entonces, me preocupa
menos si tengo más o menos tiempo para la siguiente tarea.
Esto mismo me sucedió ayer, y mientras estaba
recogiendo lo que había dejado por en medio, el Señor me hizo comprender que
esto se asemeja a las circunstancias que cada uno de nosotros experimentamos.
Las circunstancias, lo que estamos viviendo en el presente, son el puente por
el cual el Señor entra en nuestras vidas. Él no suele hablarnos de altas
teologías, sino de nuestra vida concreta, de lo que sucede en nuestra historia.
Así como me ocurre con la organización, también
podemos hacer lo mismo con las circunstancias de nuestra vida: dejar las cosas
a medias sin descubrir lo que el Señor nos quiere mostrar... o bien,
sumergirnos completamente en Su Palabra y permitir que, a través de esas
circunstancias, Él nos transforme. "Para los que aman a Dios, todo les
sirve para el bien" (Romanos 8, 28).
Hoy el reto del amor es preguntarle al Señor
cuál es mi circunstancia actual, aquella en la que Él quiere hablarme.
Jesucristo es la Palabra eterna del Padre y, por lo tanto, siempre tiene una
palabra específica para tu vida. A veces, se necesita tiempo para entender lo
que Él quiere decir, mientras que otras veces Su luz nos ilumina en un
instante. Pero nunca olvides que Él te ama y nunca te abandonará a la suerte de
tus circunstancias.
VIVE DE CRISTO
¡Feliz día!
22 septiembre 2023
Fuente:
Dominicas de Lerma