Bella Dodd se propuso destruir la fe católica: «Descubrí que estábamos de rodillas ante la Virgen»
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Mientras el Partido Comunista de EE.UU. intentaba infiltrarse en la Iglesia Católica, su principal agente se convertía al cristianismo |
El obispo Fulton Sheen fue uno de los primeros
telepredicadores católicos del mundo. De hecho, en su autobiografía,
el Venerable Sheen recuerda haber emitido su primer mensaje de radio en 1932 y
ser el primero en presentar un programa de televisión
religioso en Nueva York. Ya en la década de 1950, millones de estadounidenses
vieron su inspirador programa de televisión Vale la pena vivir.
La voz melodiosa de
Sheen lo convirtieron en un atractivo portavoz del catolicismo estadounidense.
Sin embargo, también destacó por ser un enemigo declarado del comunismo,
"una ideología atea que buscaba destruir la
religión". "El régimen anti Dios es siempre el régimen anti
humano", dijo en una ocasión Fulton Sheen. Un obispo que contó en vida con
muchos seguidores y con un puñado de conversos gracias a su
ejemplo.
Una activa dirigente
En un libro publicado
recientemente titulado El diablo y Bella Dodd (The
Devil and Bella Dodd), del que habla Catholic Register, se
cuenta la historia de cómo, mientras el Partido Comunista de EE.UU. intentaba
infiltrarse en la Iglesia Católica, su principal agente se convertía
al cristianismo. Bella Dodd (1904-1969), miembro del comité ejecutivo nacional
comunista, quiso infiltrarse "con más de mil hombres" en los
seminarios católicos. Sin embargo, Dios se infiltró en su corazón y
Sheen la trajo a la Iglesia.
"Sheen me dejó
llorar, y luego, sin darme cuenta, descubrí que ambos estábamos de
rodillas ante la Santísima Madre en una pequeña capilla",
recuerda Dodd en el libro. El arzobispo le dijo: "Bella, si quieres
proteger a las personas a las que dices que amas, a la gente de este país y a
todos los seres humanos del mundo, debes saber algo sobre el
cristianismo. Sheen le entregó un rosario y la dejó marchar".
Bella Dodd (19041969)
había nacido en Italia, y emigró de pequeña con sus padres a
Estados Unidos. Se graduó en Leyes en la Universidad de Nueva York, en una
época en la que ya se reconocía como militantemente agnóstica. En
1932 era ya una de las más activas dirigentes del Partido Comunista, y acabó
formando parte de su comité de dirección.
En 1949, sin
embargo, fue expulsada. El partido alegó que en su labor como
abogada, había defendido en un pleito a un propietario frente a un rentista,
contraviniendo las normas de la organización contra la propiedad privada. En
realidad era víctima de una de las clásicas purgas internas de
los partidos comunistas, en pleno auge del estalinismo. La noticia de su
expulsión, dada su notoriedad, salió en todos los periódicos.
Rechazo al
materialismo
Bella lamentó que muchos
de sus compañeros aceptaran las consignas del partido que la acusaba de
"fascista". Por aquel tiempo Dodd conoció a Fulton Sheen,
quien había llegado en 1951 a Nueva York como obispo auxiliar. Desencantada al
comprobar en carne propia la falsedad del comunismo como mero aparato de poder,
siguió una evolución filosófica que le llevó a rechazar el materialismo dialéctico,
y quiso ingresarse en la Iglesia.
Como no se pudo comprobar
si había sido bautizada al nacer, en la Vigilia Pascual de 1952 fue
bautizada por Sheen en la catedral de San Patricio. En 1954 escribió
un libro, School of darkness (Escuela de oscuridad),
denunciando los poderes económicos que estaban financiando en Estados Unidos, y
en otros países, a los partidos comunistas para controlar al hombre común
y destruir la civilización cristiana.
Y denunció algo más:
"En los años 30 introdujimos a once hombres en el
sacerdocio con la misión de destruir a la Iglesia desde dentro. Ahora están en
lugares elevados, desde donde trabajan para debilitar la
actitud de la Iglesia contra el comunismo". En 1969, un año antes de
morir, entendiendo que sus advertencias se estaban cumpliendo, hizo un intento
por volver a la política con un pequeño partido, pero apenas obtuvo un 3% de
votos.
"Este nuevo libro
trata de conversión, de esperanza y redención. Se trata de vencer
el mal, de buscar un destello de fe más allá de los fríos muros de la
oscuridad", escriben los autores en la introducción. El demonio y
Bella Dodd tampoco rehuye la política. Hace referencia, por
ejemplo, a la tan actual 'cultura de cancelación' al recordar que algunos la
llamaron 'racista' y 'fascista' por convertirse al catolicismo.
Los tres ganaron
"Bella Dodd es
una figura fundamental de la Guerra Fría, una valiente mujer
estadounidense que luchó sin miedo contra el comunismo ateo", escribe
sobre el libro Sebastian Gorka, presentador de un programa de entrevistas.
"Ella no debe ser olvidada. Por fin, gracias a este trabajo,
ya no lo estará", añade.
La socióloga Anne
Hendershott, profesora de la Universidad Franciscana de Steubenville en Ohio
apunta que: "La propia Dodd reconoció que su objetivo demoníaco más
importante era destruir la fe del pueblo católico mediante la
promoción de una pseudorreligión de 'justicia social' que se parecía al
catolicismo pero que claramente no lo era".
Al final del libro, los autores ofrecen este resumen:
"En el enfrentamiento entre el diablo y Bella Dodd, Lucifer tuvo sus
pequeñas victorias, pero al final, Dodd prevaleció. Ella ganó, el obispo Sheen
ganó y su Iglesia ganó".
Fuente: Religión en Libertad