El profesor que operó dos veces a Francisco habló con los medios vaticanos el día en que el Pontífice fue dado de alta del Hospital Gemelli: "No tengo ninguna preocupación por su salud
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El Papa Francisco con el doctor Sergio Alfieri que lo operó el 7 de junio pasado (Vatican Media) |
El corazón y los análisis de sangre darían
envidia a muchos cincuentones. Sólo espero que limite los compromisos onerosos
para el abdomen'. ¿Los viajes? Cuando terminen los procesos de cicatrización
podrá hacerlos mejor que cuando los había programado".
Se ha quitado la bata médica por
unas horas y se pasea por el Gemelli en traje y corbata. Un signo de breve
relajación tras los nueve días de hospitalización del Papa, que ha sido operado
dos veces en menos de tres años. La segunda, el miércoles 7 de junio, por
laparotomía. Hoy que Francisco ha sido dado de alta del policlínico, mientras
espera para irse de vacaciones ("Todavía no, porque tengo muchos
pacientes. Pero espero que pronto, porque hay que 'curar' también a la
familia"), el cirujano Sergio Alfieri mira con satisfacción la operación y
la rápida recuperación del Pontífice. Dice estar satisfecho, el profesor, con
los medios vaticanos por este paciente de 86 años que se había mostrado más
'indisciplinado' en 2021 ('Después de 4-5 días no veía la hora de irse a casa')
y que ahora ha aceptado la sugerencia de los médicos de una convalecencia más
larga. Una convalecencia que espera que dure unas semanas más, en Santa Marta,
para que el Papa pueda llevar a cabo todos sus compromisos "más
fuerte". Ya es fuerte, el Papa Francisco, afirma el especialista: 'La
única sugerencia verdadera que podemos darle es que siga adelante. Tiene la
cabeza de una persona de 50 años, como ya he dicho. Todos necesitamos un Papa
así'.
Profesor Alfieri, el Papa Francisco
ha regresado este viernes por mañana al Vaticano. ¿Cómo continuará su
evolución?
El Santo Padre fue operado hace
unos ocho días, por lo que le recomendamos -personalmente, pero también a todo
el equipo médico que lo asistió- que continúe su convalecencia. No podemos
decirle que no trabaje, porque él ya ha empezado a trabajar. Le hemos pedido,
recomendado y explicado que una buena convalecencia ahora le permitirá poder
ser operativo en todos los compromisos que tiene previstos a partir de julio,
incluidos los viajes. Por tanto, no tiene que estar en cama, en absoluto, pero
sí debe ser cuidadoso con sus esfuerzos. Al menos un mes de convalecencia para
aliviar un poco sus músculos abdominales, para que puedan curarse bien, y así
poder reanudar de la mejor manera todos sus compromisos.
La operación ha ido bien, como ha
explicado en los últimos días. ¿Tiene algún temor para el futuro?
La operación ha ido bien. ¿Me
preocupa la salud del Papa? No, en el sentido de que el Santo Padre, comparado
con otros coetáneos de 86 años, tiene un corazón perfecto, tiene análisis de
sangre que envidiarían muchos cincuentones porque no tiene un parámetro fuera
de lugar, ni uno solo: glucemia, colesterol, glóbulos blancos... Tiene un valor
de hemoglobina excelente, no tiene ningún problema. Tiene los órganos vitales,
los que tenemos en cuenta en los pacientes cuando tenemos que valorar la
criticidad o no, sanos. Su corazón está sano, nunca ha tenido problemas, sus
riñones funcionan muy bien, sus pulmones funcionan bien. Ustedes han visto que
ocasionalmente tiene ese silbido, pero recuerdan la operación ulterior que le
hicieron en su juventud -la extirpación de una parte del lóbulo-, por lo que
tiene menos pulmón que los demás, pero siempre ha tenido eso... Eso no es lo
que preocupa. La preocupación que tengo es que tenga una buena convalecencia:
que él y los que le rodean este primer mes limiten un poco sus compromisos, no
en general, sino los que son gravosos por lo que podría ser la tensión en la
pared abdominal.
¿Existen riesgos de recidiva?
Bueno, todas las enfermedades, sean
quirúrgicas o no, pueden tener una incidencia de recidiva, y dado que ha sido operado
cuatro veces de la pared abdominal, donde luego hemos intervenido para reparar
el defecto, así como para solucionar el problema suboclusivo, es importante que
cicatrice muy bien. Claramente es una pared que ha sido debilitada por cuatro
cirugías. Así que, teóricamente, es posible, pero si se observa la
convalecencia adecuada, es poco probable.
La Oficina de Prensa vaticana ha
confirmado que en los próximos días se celebrarán las audiencias previstas y
también el Ángelus, con excepción de la audiencia general del miércoles.
También están confirmados los viajes a Lisboa y Mongolia. En su opinión, después
de esta operación, ¿podrá el Papa mantener todos estos compromisos?
Si no recuerdo mal, el primer viaje
a Portugal es en agosto, es decir, a unos dos meses después de la operación. Si
hace una convalecencia cuidadosa, podrá hacer este viaje en mejores condiciones
respecto a cuando lo había programado anteriormente, con estos dolores, estas
crisis suboclusivas. Es decir, cuando terminen los procesos de cicatrización,
él estará mejor. Y por eso, para mí, puede hacer los viajes absolutamente.
Luego con sus colaboradores durante este mes y medio tratará de equilibrar los
compromisos entre los inaplazables y los más gravosos.
El Papa volvió a trabajar ya en el
hospital y visitó la planta de oncología pediátrica. Y dio las gracias a todo
el personal que le atendió. Usted estuvo presente, ¿qué puede decirnos de estos
encuentros?
El Papa es una persona muy
reservada para las cosas que le conciernen, como hombre, pero al mismo tiempo
es de una humildad increíble. Dijo "gracias" a todo el mundo. Dijo
"gracias" a los médicos, a las enfermeras, al personal sanitario, a
la dirección, al rector de la Universidad Católica. Él, al venir al hospital,
sabe que tiene que haber toda una organización que luego hay que coordinar,
pero su deseo es que el hospital no se pare y que ningún paciente se quede
atrás. Y esto ha sido posible aquí, en el Policlínico Gemelli: no se ha
aplazado ninguna operación, no se ha posteregardo ninguna visita ambulatoria.
Ha sido posible atenderle, sin interferir con otros pacientes. Cerca del
departamento del Papa Francisco en el hospital está la unidad de niños enfermos.
Y él los visita cada vez que viene aquí. Le envían mensajes, dibujos, y el Papa
se emociona mucho. Es como un abuelo que recibe esos dibujos de sus nietos: a
él también le dan vida. Y cuando va allí es una fiesta enorme. La vez anterior
bautizó a un niño. Hoy creo que ha dado instrucciones para que un niño haga la
Primera Comunión.
Esta vez también recibió a una pareja, un paciente que en realidad no es un paciente, sino un colega mío al que operé hace tres años y que no está muy bien. Le pregunté al Santo Padre si podía recibirle en privado con su esposa y al final me dijo 'gracias', porque estoy ejerciendo mi ministerio como sacerdote".
Circuló una foto del Papa, bajo un
crucifijo, hablando a una pareja con el marido en silla de ruedas...
Así es. Es un
colega mío, jefe de cirugía aquí. Por razones de privacidad no revelaré su
nombre. Fue una larga conversación, no sé lo que se dijeron, pero fue uno de
los momentos más conmovedores de esta hospitalización, y quizá también de mi
vida.
Salvatore
Cernuzio - Ciudad del Vaticano
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