COBIJO PARA CUBANOS EN MADRID: MUCHO MÁS QUE CASAS

El sacerdote cubano residente en Madrid Bladimir Navarro ayuda a compatriotas inmigrantes que huyen del régimen comunista acogiendo y acompañándolos para después incluirlos en la sociedad española por medio de su proyecto "Cobijo"

El Padre Bladimir con algunos amigos de Cobijo.
Cortesía del Padre Bladimir Navarro. Dominio público

Cobijo es una asociación que apoya a cubanos que abandonan su patria a través de las únicas naciones por donde un cubano puede transitar legalmente gracias al visado libre: Nicaragua, Rusia y Serbia.

Desde estos países son muchos los que inician un peligroso camino de inmigración arriesgando sus vidas atravesando ilegalmente las fronteras.

«Cobijo es un sueño hecho realidad. Es fruto de la oración y también del compromiso de un grupo de amigos para ayudar, desde donde está cada uno, a Cuba, un país que está sufriendo, que se está rompiendo«, explica a Aleteia el padre Bladimir Navarro, fundador de Cobijo.

Hoy Cobijo cuenta con cinco casas en Madrid apoyadas por profesionales que acogen y transforman la vida de cubanos inmigrantes.

Ahí reciben apoyo espiritual y psicológico y ayuda con el papeleo para su estancia legal en España así como en la búsqueda de empleo. 

«Todo cubano que llega a Madrid encuentra cobijo, encuentra un lugar de acogida, lugar de transformación y envío«, afirma el Padre Bladimir, que se encuentra en Madrid estudiando.

Y explica que «algunos de los que iniciamos esta misión somos del Movimiento de Schoenstatt y quisimos tener como pedagogía las gracias del Santuario de Schoenstatt: acogimiento, transformación y envío».

«Acoger a los inmigrantes que llegan sin tener nadie que les ayude y convertirnos en su hogar.

Transformar todo ese daño antropológico de los cubanos fruto de una dictadura comunista.

Enviar a los cobijeros (como apodan con cariño a los cubanos acogidos), lo que pedimos es «tú haz lo mismo en esta cadena de favores, que un acto de amor genere otro acto de amor».

Su fuerza secreta

Este proyecto está inspirado así en la parábola del buen samaritano que no pasa de largo ante el sufrimiento del hermano necesitado sino que va en su ayuda.

Cobijo acoge y transforma la vida de decenas de cubanos para enviarles a hacer con los otros lo que hicieron con ellos. 

«Nos inspira la parábola del buen samaritano. No dejar a nadie tirado en el camino. Ve tú y haz lo mismo, dice el Evangelio. Reproduce ese acto de amor que hemos tenido contigo. Reproduce eso que has experimentado», explica el sacerdote.

Cobijo es un fruto de la buena voluntad y la caridad de muchos españoles que se han implicado para ayudar.

Y también de una fuerza secreta, espiritual: las oraciones de personas de todo el mundo por medio de S.O.S Jardín de María, una iniciativa que conecta digitalmente grupos de oración para rezar por intenciones concretas.

Así, Cobijo se fortalece cada día para brindar apoyo a quien más lo necesita para «ser en un oasis de misericordia en medio de un mar de indiferencia» como pide el papa Francisco.

Ingrid Basaldúa Guzmán

Fuente: Aleteia