Rogelio Garrido Teruel es un veterano ginecólogo, académico de la Real Academia de Medicina de Sevilla, con muchos años de experiencia como médico voluntario, que ha viajado a hospitales y dispensarios necesitados en Guatemala, Honduras, Haití, Malawi y ahora en la Amazonía peruana.
El ginecólogo y cooperante andaluz Rogelio Garrido con una joven religiosa en la Amazonia peruana. D. público |
Su experiencia como
cooperante, explica en ABC Sevilla, empezó hace unos 20 años, yendo en 4 ocasiones distintas a
Antigua, Guatemala, en el Hospital Hermano Pedro, colaborando con la
ONG Quesada
Solidaria.
"Por experiencia le digo que en cooperación internacional
lo que mejor funciona son los centros regidos por órdenes religiosas",
explica al diario sevillano.
El poder de las
ONGs pequeñas
"Las grandes oenegés son golosas
para la política. Algunas de ellas son muy respetables y útiles. Pero no dejan
de ser caramelos atractivos para que la política se sume. Prefiero las oenegés humildes y
pequeñas. La nuestra, por ejemplo, Andalucía por un mundo nuevo, no tiene ni
staff", detalla.
En misiones, no suele faltar el
compatriota misionero que se acerque. En Iquitos se le sentó a su lado un señor en camiseta, con
una cruz de madera al cuello, extremeño, que vivía en una habitación humilde. Era José Javier Travieso, el obispo de Iquitos.
"He comprobado que la
humildad es el denominador común en toda mi experiencia con misioneros
y misioneras", señala el médico cooperante.
Tiene otra observación que hacer tras
sus viajes por varios países. "Los chinos, de manera silente, se están infiltrando tanto en
África como en centro América. Pero yo, al menos, no he conocido ni una oenegé china ni hospital
chino", apunta.
Como profesor de medicina, piensa que
"es más valorable la vocación que la puntuación" y que "el más listo de la clase no tiene
porqué ser el mejor médico y eso lo constato como profesor".
Añade que "aunque mi especialidad es la ginecología, siempre doy una clase
sobre humanismo médico, que debería incluirse en la carrera".
Jesús M. C.
Fuente: ReL