La vida de oración y ánimo de superación del pequeño de la familia Postigo Pich
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Rafa Postigo con con su madre Rosa. Dominio público |
Desde
enero, Rafa, el pequeño de los hermanos, se está tratando de un linfoma de
Hodgkin, un cáncer del sistema linfático. El tratamiento de quimioterapia es duro, pero él ha
conversado con ReligionEnLibertad sobre
cómo lo afronta, desde la familia y desde la fe.
- ¡Eres el más pequeño de un montón de
hermanos! ¿Te miman o te mandan?
-
Ambas cosas. Pero he aprendido a sobrevivir, jajaja...
- ¿Qué es lo que más te fastidia de la
enfermedad y el tratamiento?
-
No poder ver a mis amigos, no poder ir a la escuela, y no poder jugar a fútbol
ni hacer deporte como antes. Algo sí puedo, pero poco. Hay días que estoy más
chafado. Mis amigos a
veces me visitan, pero es fastidioso no poder ir cada día al colegio y
verles. Ahora recibo clases por las tardes, tres tardes a la semana.
- ¿Qué ha cambiado en tu forma de ver
las cosas?
-
Antes, si faltaba un par
de días al cole era: '¡uau, qué guay!'. En cambio, ahora sí que querría ir al
colegio. Antes, lo que más me interesaba era pasármelo bien yo. Pero ahora
me interesa más que lo pasen bien otros, y eso me alegra a mí también. He
pensado mucho. Si quedo mal por hacer una cosa buena, me quedo satisfecho. Pero
si estuviera bien por hacer una cosa mala, no me lo perdonaría.
- ¿Qué te gusta hacer?
-
Me gusta hacer los deberes. Y leer: estoy leyendo una novela de batallas sobre Blas de Lezo, que estaba tuerto, manco y
cojo...
- Pobre, estaba peor que tú. Tú sólo
estás con la quimio...
-
Jajaja, sí. Pues, aún así, les ganó a los ingleses en Cartagena de Indias.
- ¿Y qué más aficiones tienes?
-
Toco la guitarra, y el
ukelele, y el piano, con tutoriales. Y juego al ordenador, al Shell
Shockers. Es online, juegas contra otros jugadores, lleváis unos
huevos que tienen armas y os disparáis. Es divertido.
- Los que hemos leído los libros de tu
madre sabemos que a todos os toca hacer tareas en el hogar...
-
Bueno, cuando estoy bien me toca hacer algunas tareas. Poner platos, sobre
todo.
- Cuéntanos un poco de tu vida de oración...
-
Por la mañana, le ofrezco el día a la Virgen con el 'Oh Señora mía' y
el 'Bendita sea tu pureza'. Al mediodía
rezo el Ángelus, o ahora el Regina Coeli, que lo
canto. Voy a misa, y allí le pido a Dios por todas las cosas que recuerdo. Al pedir, trato de ser muy
específico...
- Eso de ser específico al pedir, ¿te lo
han recomendado o es algo que ves que te va bien?
-
Las dos cosas. Pues pido, y también doy gracias a Dios, por lo que tengo y lo
que no. También pido perdón por lo que haya podido ofender a Dios. Por la tarde, rezo el Rosario con la familia. Siempre
estamos 4 o 5 por aquí para rezarlo. Alguna vez lo rezo por mi cuenta, pero
no es frecuente.
»
Luego, por la noche, doy
gracias a Dios por el día, repaso lo que haya podido hacer mal y pido perdón.
Después rezo 3 avemarías, el 'Jesusito de mi vida', que rezo desde muy pequeño,
y el Ángel de la Guarda. A veces también rezo el 'Señor Mío Jesucristo'. Y
luego ya me planifico el
próximo día antes de acostarme.
- ¿Tienes algún santo favorito?
- Carlo Acutis, el Padre Pío de Pietrelcina y Santa Teresa de Ávila. Me gusta mucho el
poema 'Nada te Turbe' de Santa
Teresa. A veces lo uso para rezar.
- ¿Hay algún pasaje del Evangelio que te
guste especialmente?
-
Las Bienaventuranzas. Me reconfortan.
- ¿Te imaginas que no tuvieras hermanos?
Estar enfermo y no tener hermanos, por ejemplo...
-
Sería muchísimo más aburrido. Te
lo pasas mucho mejor cuando tienes hermanos. Cada instante es un ratito de
gloria, reírse y no parar de reírse...
- ¿Qué le dirías a un chico cristiano, que crea
en Dios pero no sea muy religioso, al que le acaban de decir que tiene una
enfermedad fastidiosa como la tuya?
-
Que sea lo más optimista posible. Si antes no se acogía mucho a Dios, que lo
haga ahora, que Él está muy a su lado. Y que ofrezca sus sufrimientos por muchas cosas. Y que, cuando
lleve un tiempo con su enfermedad, que reflexione sobre su día a día. Que
cuando vuelva de la enfermedad sea mejor persona. ¡Y que lea el 'Nada
te Turbe'!
- ¿Y si el chaval no fuera cristiano?
- Que intente encontrar a
Dios, y que cuando lo encuentre lo abrace con todas sus fuerza y dé
gracias, porque yo creo que la fe es un regalo. A mí me sirvió mucho el libro de Carlo Acutis. Pero,
claro, yo ya era cristiano, no sé si a ese chico le ayudaría. O quizá las Confesiones de San Agustín.
- Yo tengo un hijo de 14 años, como tú,
que no se peina nunca y sale con pelos locos a la calle...
-
Jajaja. ¡Que se peine! Yo ahora, con la quimio, no tengo pelo.
- Imagínate que dentro de cuatro años
tienes un pariente rico y te regalan un viaje de una semana a cualquier país
del mundo. ¿Dónde irías?
-
A Italia, a la tumba de Carlo Acutis; a San Giovanni Rotondo, a la del Padre
Pío; a Roma, a la de Juan Pablo II y los mártires antiguos...
- ¿Quieres decir algo más a los lectores
de ReligionEnLibertad?
-
Que sean agradecidos y libres. Que intenten reflejar a Dios en ellos, y que
hagan las cosas por la Gloria de Dios.
Nada te turbe, de Santa Teresa de
Ávila
Pablo J. Ginés
Fuente: ReL