Explosión
Dominicas de Lerma |
Hola, buenos días, hoy Sión nos lleva al Señor.
Que pases un feliz día.
Todos los días, abro la ventana de la capilla
para ventilar. Justo delante de ella hay un árbol, un platanero de sombra. Cada
año, los trabajadores del Ayuntamiento se encargan de podarlo. Y, para qué nos
vamos a engañar: al pobrecito me lo dejan de lo más raquítico: el tronco y un
par de muñones que recuerdan dónde estuvieron las ramas.
En tan lamentable estado se queda el árbol
todos los meses de invierno. Pero, desde hace un par de días, parece que se ha
dado cuenta de que ha llegado la primavera y, cada vez que abro la ventana,
¡¡lo encuentro con más hojas, más ramas!! Te lo digo en serio, ¡crece a una
velocidad de infarto! Es como si tuviese mucha prisa porque de pronto se ha
dado cuenta de que llega tarde…
Viéndole, me vino a la cabeza esa palabra del
Señor: “El misterio escondido desde siglos y generaciones, ahora nos ha sido
revelado”.
El amor de Dios, su plan de salvar a todos los
hombres, durante mucho tiempo estuvo guardado en Su corazón, como la savia
estaba escondida en el tronco de mi árbol.
El Señor fue preparando todo hasta que, en el
momento adecuado, nos entregó a Jesucristo. Cristo ha muerto por ti y por mí,
¡por puro amor! ¡Para hacernos hijos de Dios! ¡Y ha resucitado! Su amor vence
cualquier muerte, ¡esta sí que es una explosión de vida! Desde ese instante, las
ramas y hojas de Su amor van creciendo y extendiéndose hasta abrazar el mundo
entero.
Del mismo modo, ahora Jesús trabaja en tu
corazón. Él va preparando todo, aunque tú a veces no te sientas más que un
“palo seco”. Por dentro, Cristo te sigue trabajando para hacerte florecer. Y,
llegado el momento, ¡te sorprenderás al ver toda la vida que nace en ti!
Hoy el reto del amor es saber esperar. Los
ritmos del Señor son diferentes a los nuestros. A Él le gusta prepararlo todo
bien, trabajar en silencio… ¡y sorprendernos! Por eso, hoy ten paciencia con
todos los “troncos raquíticos” que te encuentres, en los hermanos… ¡o en tu
interior! Solo ponlos en manos del Señor y confía: ¡llegará la primavera, verás
florecer su Amor! ¡Feliz día!
VIVE DE CRISTO
¡Feliz día!
02 mayo 2023
Fuente:
Dominicas de Lerma