«María ocupa un lugar especial en la piedad popular islámica»
El Cardenal Louis Raphael
Sako, Patriarca de la Iglesia caldea, ha dirigido un discurso sobre el papel de
la Virgen María en el cristianismo y el islam a un auditorio de estudiosos y
oyentes cristianos y musulmanes e íntegramente dedicado a la Virgen María como
figura muy querida para multitudes de creyentes tanto en el Cristianismo como
en el Islam.Cardenal Louis R. Sako. Dominio público
Al encuentro, dedicado al tema «La Virgen María nos une» y
celebrado el 24 de febrero en la catedral latina de Bagdad, han
asistido también un grupo de religiosos chiíes de Nayaf y miembros del Consejo
Jurídico suní de Bagdad. Durante la velada, que ha
culminado con algunos discursos sobre la condición de la mujer, se han leído
fragmentos del Evangelio y del Corán.
En su discurso, el Patriarca Sako ha subrayado que las diferencias
doctrinales entre el cristianismo y el islam en torno a la
figura de María pueden «ser evaluadas y comprendidas objetivamente» en el
contexto de unas relaciones sinceras. En la experiencia cristiana - ha señalado
el Patriarca – la persona de María está vinculada al misterio de Cristo. Su
papel y su grandeza se reconocen y celebran «a través de su relación con su
Hijo, y nunca separada de Él». La fe y la esperanza de María «descansan en su
absoluta confianza en Dios y en su total abandono en Él».
A continuación, refiriéndose a la «mariología islámica», el
cardenal iraquí ha recordado que el Corán habla de María en varias ocasiones y
le dedica toda una Sura. El Libro Sagrado del Islam reconoce la
virginidad de la Madre de Cristo y su pureza inmaculada. En el
Corán se hace referencia a todas las etapas de la vida de María: la
Anunciación, su embarazo, el nacimiento de Jesús, la presentación en el templo
y la Dormición. Además, el Primado de la Iglesia caldea ha señalado que «María
ocupa un lugar especial en la piedad popular islámica, ya que
las mujeres musulmanas visitan constantemente los santuarios marianos».
A modo de epílogo de su discurso, el Patriarca Sako ha querido
subrayar que «el cristianismo considera al hombre y a la mujer como creados a
imagen y semejanza de Dios», y por tanto dotados de la misma dignidad y
derechos. El cristianismo -ha añadido el cardenal- rechaza la poligamia por ser
contraria al plan de Dios expresado en la creación. «Dios - ha dicho
entre otras cosas el Patriarca Sako - podría haber dado a Adán más mujeres
como compañeras, pero en lugar de eso sólo le dio una, Eva».
Respetando el orden de la creación querido por Dios, el cristianismo «considera
la poligamia contraria a la naturaleza humana y a la voluntad de Dios», y
reconoce que «sólo el matrimonio entre un hombre y una mujer es fuente de
estabilidad y armonía».
Fuente: Fides/InfoCatólica