Nadie sabe dónde está encarcelado el obispo Rolando, de Matagalpa, ni como contactar con él; Ortega lo oculta.
Mons. Rolando, Obispo de Matagalpa. Dominio público |
También
ha cancelado este martes la personalidad jurídica de dos universidades
católicas en el país, la Universidad
Cristiana Autónoma de Nicaragua (UCAN) y la Universidad Juan Pablo II y de hecho está confiscando sus bienes e
instalaciones.
Cerrando centros educativos
Desde
diciembre de 2021 el Parlamento nicaragüense, controlado por Daniel Ortega y a
dictado del Ejecutivo, ha
ilegalizado 14 centros de estudios superiores.
Ahora
le ha tocado el turno a dos universidades católicas. Una es la Universidad Juan
Pablo II, legalmente registrada en 2004, con sede en Managua y sucursales en
Chontales (centro), Matagalpa (norte) y Granada (suroeste). Pertenece a la Conferencia Episcopal de Nicaragua y
nació de hecho, previamente, en 1993, como una iniciativa de Cáritas.
La
otra es la UCAN, inscrita
desde 2002, con sede en León (noroeste) y sucursales en Chinandega
(también noroeste), Estelí y Matagalpa (norte), Chontales (centro) y Masaya
(suroeste).
Como
excusa, el régimen aduce faltas de calidad y no haber presentado documentos
sobre patrimonio, activos, estados financieros...
El
Ministerio de Gobernación ordena
a las universidades entregar su información de estudiantes, docentes, carreras,
planes de estudio, bases de datos de matrícula y calificaciones o registro
académico y ordena a la Procuraduría General traspasar los bienes muebles e
inmuebles de estos edificios "a nombre del Estado de Nicaragua". Es
decir, el Estado nicaragüense
incauta o confisca numerosos edificios y propiedades de entidades eclesiales.
El
Gobierno pide reubicar a los alumnos ya matriculados por otras universidades.
Para
cerrar las universidades se ha usado la misma ley contra ONGs que se ha usado
para cerrar otros cientos de instituciones.
En
cambio, para cerrar
Cáritas Nicaragua y Cáritas Jinotega el Gobierno usa otra fórmila, la ficción
de una "disolución voluntaria" acordada por sus propios
miembros, según informa el diario nicaragüense La Prensa.
"Ya desmantelaron todo y ahora
quieren eliminar la Iglesia"
A
inicios de febrero, José Antonio Canales, obispo de Danlí, en
Honduras, en la frontera con Nicaragua, declaraba en InfoBAE: "La
institución que ha sido declarada como enemigo número uno para el gobierno de Nicaragua es la
Iglesia Católica. Eso es más que evidente. Ya han desmantelado todo y
lo último que quieren eliminar, si fuera posible hoy mismo, es la Iglesia
Católica. Nicaragua está a 35 minutos del obispado de Danlí, donde yo
resido", explicaba. La confiscación de 2 universidades y el cierre de
Cáritas parecen dar toda la razón al obispo hondureño.
¿Dónde guardan al obispo Rolando? Está
desaparecido
El
régimen orteguista ha aumentado su acoso contra la Iglesia desde las
manifestaciones populares de 2018 y el proceso electoral de 2020, cuando empezó a encarcelar cientos de
disidentes. En febrero, en un mitin, Daniel Ortega arremetía contra la iglesia en general,
"curas, obispos, cadernales y Papas" y decía: "Son una mafia,
miren los crímenes que han cometido, cuántos crímenes han cometido". Acusó
a los obispos de ser "somocistas", seguidores del dictador
nicaragüense Anastasio Somoza, asesinado en el exilio hace ya 43 años.
"Las condiciones de salud física y
mental del obispo Rolando Álvarez son desconocidas", declaró a la
agencia Aciprensa la abogada e investigadora nicaragüense Martha Patricia
Molina el 7 de marzo. "Sus familiares y autoridades de la Iglesia Católica
han pedido visitarlo o entregarle alimentos y agua; y la petición ha sido
negada por las autoridades del Sistema Penitenciario de Nicaragua",
precisó.
La
misma Martha Patricia Molina es autora del informe "Nicaragua: ¿Una Iglesia
perseguida?", que denuncia que la Iglesia en el país
centroamericano ha sufrido casi 400 ataques en los últimos años, aunque los más
graves son los más recientes, con detenciones y confiscaciones.
Mucha
gente daba por supuesto que el obispo Rolando está en la cárcel La Modelo, pero
un activista universitario, Lesther Alemán, desde el exilio en EEUU, señaló el
4 de marzo por Twitter que las autoridades lo negaban. "Hoy, autoridades
de ‘La Modelo’ no le permitieron el acceso de agua a Monseñor Álvarez. Asimismo, negaron que nuestro obispo
se encuentre ahí", denunció. "Su familia desconoce su paradero, porque en todas partes
se lo niegan. ¡Que responda el régimen! ¿Dónde está Monseñor
Álvarez?"
Y
añadió en otro tuit: "Monseñor Álvarez, los jóvenes estamos con usted. ¡Su
fortaleza nos infunde fuerza! Sus enseñanzas son nuestra convicción. ¡Nuestra
lucha es justa! Quienes le agreden, le calumnian y le apresan, están enfrentándose
a Dios".
Llamado de Derechos Humanos de la ONU
El
viernes 3 de marzo la Oficina del Alto Comisionado de Derechos Humanos de la
ONU pidió a la dictadura de Nicaragua que libere a Mons. Álvarez: “Hacemos un llamado al Estado de
Nicaragua para que libere incondicionalmente a las 37 personas que aún se
encuentran privadas arbitrariamente de su libertad, entre ellas Mons.
Álvarez, cuyo estado de salud se desconoce”, señala en una actualización sobre
la situación de Nicaragua. También instó al régimen de Daniel Ortega a
"restituir la nacionalidad y demás derechos civiles, políticos, sociales y
económicos a las más de 300 personas afectadas por las recientes
decisiones".
El ex-Nuncio Nwachukwu cree que la
diplomacia vaticana hace algo
Fortunatis
Nwachukwu, ex nuncio apostólico en Nicaragua, que vivió allí 5 años, y ahora es
representante de la Santa Sede en la ONU, dijo a 100% Noticias que
piensa que la diplomacia vaticana está intercediendo por el obispo Rolando.
Declaró
su tristeza "por lo que pasa monseñor Rolando, por lo que pasa en
Nicaragua. Estoy triste porque yo conozco el país, he trabajado durante 5 años muy bien con
todos los lados, con el pueblo nicaragüense, con la iglesia en
Nicaragua y también con el gobierno en Nicaragua".
"Estoy
convencido que sí, la
Santa Sede estará haciendo algo según sus métodos, no va a anunciar por sus
actividades por las redes sociales, la Santa Sede actúa por medios
diplomáticos siempre buscando la paz y la concordia", afirmó.
Sin
embargo, reconoce que desde que dejó el país en 2018 las cosas parecen haber
cambiado mucho. "Yo amo Nicaragua y deseo lo mejor, la paz, la
reconciliación a este pueblo que tanto llevo todavía en mi corazón. Yo visité casi cada rincón
de Nicaragua y pude apreciar la bondad del pueblo nicaragüense y rezo cada día por
el pueblo nicaragüense por él, para que se pueda encontrar de nuevo la paz y la
concordia", refirió Nwachukwu.
Fuente: ReL