![]() |
Los gemelos Julen y Jailen fueron rescatados del aborto. Crédito: Archivo familiar/cedido a ACI Prensa |
La situación económica de Mariannys no es boyante, y
el trabajo en el sector de la hostelería le generaba dudas sobre la posibilidad
de atender a un nuevo bebé por los horarios. Además, en el momento de saber que
estaba embarazada, el padre de sus hijos, con el que convive, no tenía
trabajo.
“Estaba
asustada, porque la situación no era la ideal”, resume en conversación con ACI
Prensa.
A
los problemas económicos y de conciliación se sumaban otros miedos. Cuando fue
al negocio de abortos Isadora, había ocultado el embarazo a todo su entorno:
“No lo sabía mi familia, ni mi pareja. Temía que no lo aceptaran”,
recuerda.
A la
postre, estos temores resultaron infundados: “Me han apoyado muchísimo”,
subraya.
Durante
la consulta en el establecimiento abortista, todo fue muy diferente.
Información errónea
“Me
hicieron una ecografía y me dijeron que allí no podían hacerlo, que fuera a la
clínica El Bosque”, otro negocio de aborto en Madrid, explica Mariannys. Y
salió del lugar con un solo dato: le aseguraron que estaba embarazada de 16
semanas.
A
los pocos días acudió a su centro de salud, donde le hicieron otra ecografía
porque no había tenido seguimiento médico del embarazo. La sorpresa fue doble:
“Estaba casi de 20 semanas y eran gemelos”.
“Te ayudaremos”
Lo
que llevó definitivamente a Mariannys a luchar por la vida de sus hijos fue el
apoyo de los provida que estaban en las inmediaciones del negocio abortista
ofreciendo ayuda a las madres en riesgo de aborto.
Esa primera cara amable fue María, voluntaria del
grupo de Rescatadores
Juan Pablo II, que le dio una información inicial con un folleto
y le brindó todo el apoyo.
Mariannys,
que en ese momento se sentía “desesperada económicamente”, no olvida las
palabras de ánimo que recibió: “Vas a poder, vas a salir de esta, te
ayudaremos”.
Cuando
fue recibida en la Fundación Más
Futuro, Mariannys obtuvo más información sobre lo que supone el
aborto. Reconoce que esa realidad le resultó “horrible”, lo que le reforzó la
idea de seguir adelante y llegar a la conclusión de que “no quiero hacer eso”,
en referencia al aborto.
Quedaba
otro temor por despejar: a perder el trabajo. Mariannys desconocía sus derechos
laborales en caso de embarazo. También en esto recibió la información que
necesitaba por parte de los provida. Así, decidió trabajar mientras pudo, hasta
la semana 30, que tuvo que guardar reposo.
Julen
y Jailen nacieron a mediados de febrero, y Mariannys los saca adelante junto al
padre de los chicos y la ayuda de los voluntarios de Más Futuro. “A María la he
visto como si fuera mi mamá. Estuvo conmigo en el ingreso y durante el parto.
Estoy muy feliz de que me tendieran la mano”, asegura.
“Es algo horrible”
Si
una amiga se le acercara a contarle que siente miedo y dudas por estar
embarazada, Mariannys tiene claro qué decir: “Le aconsejaría que no aborte,
porque es algo horrible. Que busque la manera de salir adelante”.
Tras
el parto, llegan los sacrificios que todo padre debe hacer. La conclusión de
Mariannys es diáfana: “Pasas una mala noche, pero te alivia ver la cara de los
niños. Y sabes que no los mataste”.
Sí a la Vida
Si
las atenciones que ha de dedicar a sus hijos pequeños (tiene además otros dos
de 8 y 5 años) se lo permiten, Mariannys acudirá a la Marcha por la Vida.
La
convocatoria Sí a la Vida
2023 se celebra este domingo 12 de marzo a las 12 horas en
las calles del centro de Madrid y desembocará en la plaza de Cibeles, donde
tendrá lugar un acto conducido por los influencers Carla Restoy y José Martín
Aguado.
Según
detalla la organización, cuentan con más de 400 voluntarios y se espera que
acudan hasta Madrid autobuses con manifestantes provida desde diferentes puntos
de España.
Por Nicolás de
Cárdenas
Fuente: ACI