Dra. Luisa González, vicepresidenta del ICOMEM: “Seguiremos impulsando el mensaje de los cuidados paliativos de principio a fin”
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De izquierda a derecha, Mariano Crespo, María Arantzamendi, Javier Rocafort, Carlos Centeno y Luisa González en el ICOMEM. Dominio público |
No
hay obligación de mantenerse vivo
El
TC avala por tanto la norma en reconocimiento de "un derecho de
autodeterminación que permite a la persona decidir de manera libre, informada y
consciente el modo y momento de morir en situaciones médicamente contrastadas
de enfermedades terminales o gravemente incapacitantes".
Es
decir, como destaca Europa Press, no
hay obligación de mantenerse vivo. Otra cosa es que, a fuer de
estas leyes, el Estado obligue a las
personas terminales a morir antes de que la naturaleza o el Dios en el que
creen decidan, y así, librarse del coste del tratamiento de los
cuidados paliativos como está ocurriendo en países como Canadá.
No
hay cuidados paliativos en Canadá
El
Parlamento canadiense emitió un informe que
informaba de los millones que se ahorra el Estado con la eutanasia en
vez de los cuidados paliativos. Además, médicos canadienses constatan que
"el número de facultativos de Quebec que administran cuidados paliativos
ha caído tras la legalización de la eutanasia" y por este motivo "los pacientes están eligiendo la eutanasia porque no hay
cuidados paliativos adecuados disponibles".
Sobre
la decisión del TC español, el magistrado Ramón Sáez proponía en
su borrador avalar completamente la ley, algo que se mantiene,
si bien la sentencia tendrá algunos cambios respecto a la ponencia para recoger
las observaciones de los demás magistrados, según las fuentes jurídicas
consultadas por Europa Press.
Magistrados en contra
La
ley, que fue aprobada hace un año en el Congreso de los Diputados con los votos
en contra de PP y Vox, establece que la eutanasia se podrá llevar a cabo a
pacientes que lo soliciten y que se encuentren en un contexto de
"padecimiento grave, crónico e imposibilitante o enfermedad grave e
incurable, causantes de un sufrimiento intolerable".
Solo los
magistrados Enrique Arnaldo y Concepción Espejel se han opuesto a respaldar la
Ley Orgánica de Regulación de la Eutanasia (LORE).
El
Colegio de Médicos y los cuidados paliativos
Mientras
tanto, el Colegio Oficial de Médicos de Madrid impulsa actos a favor de los
cuidados paliativos. Así han acogido la presentación del libro Gratitud y cuidados paliativos, un
diálogo entre filósofos y clínicos con la participación de
la vicepresidenta del Colegio de Médicos de Madrid, el presidente del Comité
Científico de Cuidados del ICOMEM, el Dr. Javier Rocafort, María Arantzamendi y
Mariano Crespo, editores del libro, y Carlos Centeno, director del Departamento
de Medicina Paliativa de la Clínica Universidad de Navarra.
La
Dra. Luisa González, vicepresidenta del ICOMEM dijo que para el Colegio de
Médicos de Madrid “es muy importante acoger este libro sobre cuidados
paliativos realizado por filósofos y clínicos para remarcar esa doble vertiente
humana y científica que tiene la medicina. Queremos impulsar el mensaje de la
medicina de los cuidados que llevamos promoviendo desde que iniciamos,
hace dos años, la campaña de cuidados de principio a fin".
El
acto de agradecer en la relación del cuidado
Este
libro aborda los cuidados paliativos desde el punto de vista de la gratitud
porque, según explican los editores, en las experiencias clínicas muchas veces
los profesionales reciben manifestaciones de gratitud de personas que están muy
enfermas o de familias que están sufriendo.
“Entre
las principales conclusiones del libro destacaría que la relación de cuidado
que se establece entre la persona que está enferma, su familia y el profesional
de cuidados paliativos provoca un cambio en ambos: tanto en la persona enferma
y en el familiar como en el profesional. Se llega a tener una relación tan
profunda, auténtica y personalizada que puede llegar,
incluso, a ser sanadora para todas las partes implicadas”,
manifiesta María Arantzamendi, editora del libro, investigadora de ATLANTES
Global Observatory of Palliative Care del Instituto Cultura y Sociedad y
profesora de la Universidad de Navarra.
Añade
así mismo que “incluso en esas situaciones tan
complicadas, esas personas son capaces de acercarse a los profesionales y dar
las gracias. De esta forma, en un contexto en el que puede parecer que todo es
muy negro, resulta que también hay muchísimo color y agradecimiento”.
Ser
tratados como personas
En
cuanto a los motivos de tales agradecimientos, el catedrático de filosofía en
la Universidad de Navarra y editor del libro, Mariano Crespo, señala que “en
general, la gratitud tiene como objeto un bien objetivo para la persona. Pero
en el caso de los cuidados paliativos es un objeto muy peculiar porque no es
propiamente la salud, sino que lo que agradecen fundamentalmente los
pacientes y los familiares es el ser tratados como personas, como sujetos.
Y eso es un valor muy importante que hay que poner en alza hoy en día”.
M. S.
Fuente: ReligiónConfidencial