En una carta publicada este lunes, el Papa Francisco celebró el hermanamiento de los santuarios dedicados a la Virgen de Guadalupe en España y México, realizado este 13 de febrero.
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Papa Francisco ante cuadro de la Virgen de Guadalupe. Crédito: Daniel Ibáñez / ACI Prensa |
En su carta, publicada por
la oficina de prensa de la Santa Sede, el Santo Padre señaló que “María,
nuestra Madre, es siempre para su Pueblo vínculo de comunión”.
Para
el Papa Francisco, “esto se ha expresado en muchos lugares del mundo con la
invitación a construir un templo que fuese una casa con las puertas
siempre abiertas para todos, una casa de oración y de comunión”.
A
continuación, recordó que “hoy los convoca el dulce Nombre de María, más
precisamente una advocación milenaria que ya en su raíz etimológica nos habla
de mestizaje, de encuentro con Dios y con los hombres”.
El
Pontífice también habló del “amor de Dios” que nos muestra la Virgen, y aseguró
que “todo cambiaría si, como la Virgen, pudiésemos ver en el otro ese secreto
oculto, cuántos fracasos y conflictos evitaríamos”.
“La
Virgen María nos interpela para ser fermento de comunión y reconciliación entre
Dios y los hombres, alentando a tantos fieles que se acercan al santuario con
este fin”, añadió.
Más
tarde, el Papa explicó que “combinándose con la raíz mexicana,
nuestra Señora de Guadalupe se proclama como la que vence a la
serpiente”.
“La
Inmaculada es así la verdadera madre de todos los que viven; de los que han
sido convocados hoy en este santuario, junto a sus pastores, para proclamar su
fe en el Hijo de Dios, en Aquél que, haciendo nuevas todas las cosas, ha
reconciliado consigo el mundo”, afirmó.
Por último, el
Papa pidió a Dios que, “en cada tiempo y lugar donde María nuestra Madre nos
convoque, demos testimonio de esa íntima unión de la que sólo el Espíritu puede
ser artífice”.
Por Almudena Martínez-Bordiú
Fuente: ACI
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