Sin parar
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Dominicas de Lerma |
Hola, buenos días, hoy Sión nos lleva al Señor.
Que pases un feliz día.
El otro día estaba de cocina. Acababan de
regalarnos unos champiñones buenísimos y quise experimentar con una receta
nueva.
La idea era cocinar los champiñones en una
sartén grande, elaborar la salsa y, cuando ya estuviese casi hecho… poner unos
huevos sobre la mezcla y dejar que se cocinasen.
Mi mayor dificultad era el tema de los huevos,
pues nunca los había “escalfado” sobre la salsa de ningún plato. Sin embargo,
el asunto fue sobre ruedas, ¡y en menos tiempo de lo que me esperaba! Los
huevos estaban sencillamente perfectos, apagué el fuego, pero, como aún
faltaban unos minutitos para que llegasen las monjas, dejé la tapa puesta para
que no se enfriasen.
¡¡¡Craso error!!!
Cuando quise servirlos, descubrí que eran
huevos duros: ¡el calor residual los había cocinado del todo!
Parece que solo el fuego cocina, ¡pero incluso
ese calor que queda puede cuajar los huevos!
Y esto es exactamente lo mismo que nos ocurre a
nosotros. Es fácil pensar que el fuego de los grandes acontecimientos “cocina”
nuestro corazón para Cristo, desde un retiro, un encuentro especial, o,
simplemente, ese rato cuidado de oración.
Ciertamente, esos momentos especiales ponen a
tono nuestro corazón, ¡pero a lo largo de la jornada puede seguir “cocinándose”
si mantiene el calor!
Cristo nos dice que su Padre trabaja siempre, y
que Él también trabaja. En los espacios entre esos encuentros, en medio de tu
día, Su calor sigue obrando, suavemente, en tu interior. Y solo necesita…
¡poner la tapa!
Los santos hablan muchas veces de “rumiar” la
Palabra del Señor, repetirla suavemente para nuestro corazón, hasta que vaya
empapándole, o, por seguir con nuestra imagen, ¡hasta que se cocine del todo!
Hoy el reto del amor es mantener el calor. Para
ello, te invito a que apuntes en un papel o en una nota en tu móvil alguna
Palabra que te haya llegado especialmente en tu oración de la mañana, del
Evangelio, de una lectura, ¡o una frase que recuerdes de tu último momento de
fuego! Algo corto que puedas repetir, como, por ejemplo, “el Señor me conoce y
me ama”, “Me ha comprado con Su sangre”… ¡¡Verás que, con esta “tapa”, a lo
largo del día tu corazón se mantendrá bien caliente!! ¡Feliz domingo!
VIVE DE CRISTO
¡Feliz día!
13 noviembre 2022
Fuente:
Dominicas de Lerma