EL PAPA A LOS EDUCADORES CATÓLICOS: CUIDADO CON LAS COLONIZACIONES IDEOLÓGICAS
Es importante
"tener buenos y sabios educadores en los años de formación"
Audiencia del Papa a participantes en la Asamblea General Unión Mundial de Educadores Católicos (Vatican Media)
Esta es la
recomendación del Papa a la Unión Mundial de Educadores Católicos, a la que
pide cultivar e incrementar continuamente "el arte de educar".
Francisco también advierte que "la colonización ideológica destruye la
personalidad humana".
Hay que procurar que los
educadores entiendan "qué es una novedad que hace crecer y qué es una
ideologización, una colonización ideológica". "Hoy las colonizaciones
ideológicas destruyen la personalidad humana y cuando entran en la educación
hacen masacres". Así lo ha destacado el Papa Francisco al reunirse con los
participantes en la Asamblea General de la Unión Mundial de Profesores
Católicos (Umec-Wuct), "una red de colegas de profesión y de hermanos en
la fe que -explica el Pontífice- con espíritu y estilo de amistad, de acogida,
de conocimiento mutuo y de crecimiento espiritual común, se pone al servicio de
todos los profesores católicos para que conserven su identidad y realicen su
misión".
Yo
diría que en esta tarea ustedes son "colaboradores del Papa": de
hecho, la misión del Sucesor de Pedro es precisamente la de confirmar y
sostener a los hermanos en la fe (cf. Lc 22,32). Y así, ustedes, en el mundo de
la escuela, hacen presente el servicio de la Iglesia de apoyar a los profesores
católicos en la fe, para que puedan llevar a cabo su trabajo y su testimonio de
la mejor manera posible, en situaciones a menudo complejas a nivel relacional e
institucional.
Dar testimonio
de la fe
"La
presencia de los educadores cristianos en el mundo escolar es de vital
importancia. Y decisivo es el estilo que adopta. En efecto, el educador
cristiano está llamado a ser a la vez plenamente humano y plenamente
cristiano". "No debe ser espiritualista y estar fuera de contacto con
el mundo". "No hay humanismo sin cristianismo. Y no hay cristianismo
sin humanismo". El educador cristiano debe, por tanto, estar
"enraizado en el presente, en su tiempo, en su cultura". Es
importante que su personalidad sea rica, abierta, capaz de establecer
relaciones sinceras con los alumnos, de comprender sus necesidades más
profundas, sus preguntas, sus miedos, sus sueños".
Y
que también sea capaz de testimoniar -en primer lugar con su vida y también con
las palabras- que la fe cristiana abarca a todo el ser humano, que lleva la luz
y la verdad a todos los ámbitos de la existencia, sin excluir nada, sin cortar
las alas a los sueños de los jóvenes, sin empobrecer sus aspiraciones.
Dejar
una señal
La Unión
Mundial de Profesores Católicos, recuerda Francisco, ha vivido tiempos
difíciles en su historia reciente, "incluso con momentos de duda y
desánimo". Pero incluso "en estos tiempos tormentosos", no ha
faltado el compromiso "con espíritu de fe y esperanza cristiana". La
Umec está llamada hoy a "apoyar a los profesores de todas las edades y en
todas las condiciones de trabajo: tanto a los que tienen una larga experiencia
-rica en satisfacciones pero también en dificultades- como a las nuevas
generaciones, profesores animados por el entusiasmo y las ganas de hacer, pero
con las fragilidades e incertidumbres que a menudo marcan los primeros años de
la enseñanza".
Todos
estos profesores -si los miramos con una perspectiva cristiana, de la que ellos
mismos a veces no son plenamente conscientes- están en condiciones de dejar una
huella, para bien o para mal, en la vida de los niños, adolescentes y jóvenes,
que les son confiados durante mucho tiempo. ¡Qué responsabilidad! Y qué
oportunidad, introducirlos, con sabiduría y respeto, en los caminos del mundo y
de la vida, acompañando sus mentes para que se abran a lo verdadero, a lo
bello, a lo bueno. Sabemos, por experiencia personal, lo importante que es
tener buenos maestros y sabios educadores en los años de formación.
A los
miembros de la Unión Mundial de Educadores Católicos, el Papa les dirige
finalmente una invitación: "Una invitación -dice el Pontífice- muy cercana
a mi corazón" y vinculada al Pacto Mundial por la Educación, una
iniciativa que pretende aunar esfuerzos "en una amplia alianza educativa
para formar personas maduras, capaces de superar fragmentaciones y contrastes y
reconstruir el tejido de relaciones para una humanidad más fraterna".
"Confío en su compromiso de implicar a los profesores miembros de la Umec
en este proyecto, que quiere poner en el centro a la persona en su dignidad y
belleza, y a las familias como sujetos educativos primordiales".
Historia e identidad de Umec
Los
orígenes de la Unión Mundial de Profesores Católicos se remontan a 1908. En ese
año, los presidentes de las asociaciones de profesores católicos de Austria,
Holanda, Suiza y Alemania, en una reunión organizada para debatir cuestiones
educativas, lanzaron la idea de reunir a los profesores católicos a nivel
internacional. En 1912, se creó la Weltverband katholischer Pädagogen, una
asociación mundial de educadores católicos. Las actividades de esta
organización, interrumpidas a causa de las dos guerras mundiales, se reanudaron
en 1951 con la fundación de la Unión Mundial de Educadores Católicos en Roma,
por iniciativa de los dirigentes de las asociaciones nacionales de 17 países.
El objetivo era ponerse al servicio de las asociaciones nacionales de
profesores católicos coordinando sus actividades de estudio e investigación
para dar a conocer las enseñanzas de la Iglesia en el ámbito de la educación.
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LO HUMANO Y DIVINO
Dijo Dios: «Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza; que domine los peces del mar, las aves del cielo, los ganados y los reptiles de la tierra». Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó, varón y mujer los creó. (Génesis, 1,26-27)