DE LA MANO DE LA MADRE
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| Dominicas de Lerma |
El mes de
octubre es el mes del rosario y, la semana pasada, me tocó a mí dirigir el
rosario de la Comunidad.
Uno de estos
días, estaba proclamando las letanías tranquilamente cuando, de pronto,
escuchando una y otra vez la respuesta a cada invocación, ese constante “ruega
por nosotros”… ¡lo entendí de una forma totalmente nueva!
La palabra que
me resonaba era “ruega”. Pero, ¿qué le pedimos exactamente a la Virgen? Dándole
vueltas, me vino a la cabeza que esta expresión es la traducción del latín “ora
pro nobis”… ¡”ruega” significa “ora, reza por mí”! Desde esta perspectiva, ¡mi
visión cambió por completo!
¿Cuántas veces
nos decimos unos a otros esa misma frase? “Reza por mí”… Es algo que hacemos
los unos por los otros, ¡es algo muy normal, muy cotidiano!
Por otro lado,
me impresiona muchísimo cuando alguien querido me dice: “estoy orando por ti”,
¡porque sé que es verdad! Y, orar por alguien, es una forma muy bella de amar,
de cuidar, de abrazar su alma, a veces sin que sé dé cuenta…
¡¡Pues eso es
exactamente lo que le pedimos a la Virgen que haga con nosotros!! ¿Te lo
imaginas? María, en el Cielo, ante el trono del Señor… ¡rezando por ti,
hablándole a Él de ti con todo el cariño de una Madre!
Si rezar el
rosario es sentarnos, como san Lucas, junto a María para que nos hable de
Jesús, me parece que con las letanías imitamos a cualquiera de los apóstoles:
seguro que, antes de salir a llevar el Evangelio por el mundo, se asomaban por
la casa de la Virgen a despedirse con un: “¡Reza por nosotros!”.
Hoy el reto del
amor es orar con la letanía del rosario. Puedes usar la que reces habitualmente
o buscar alguna en Internet, ¡hay muchísimas “colecciones de piropos”! Hoy
rézala despacio, disfrutando… sabiendo que, con cada respuesta, le dices a tu
Madre: “reza por mí…”, ¡¡y Ella siempre escucha a sus hijos!! ¡Feliz día!
VIVE DE CRISTO
