Las dos religiosas de Santa Maria de Refet enganchan a muchos a la lectura reposada
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Hnas. Trinidad y Pilar, formadas en la espiritualidad jerónima. Dominio público |
Durante la pandemia
abrieron grupos de lectura en Instagram y Whatsapp y les asombró
comprobar cómo crecían con cientos de personas de toda España, españoles en
países europeos y gente desde Hispanoamérica. Desde un pequeño santuario remoto, conectaban con muchas
personas. Y los miembros de estos grupos se comprometen, además, a
rezar unos por otros.
La lectura de la Biblia, ordenada, en un
año
Ya
dos años han ofrecido la lectura pautada de la Biblia por whatsapp, una lectura diaria y acompañada,
con una fecha de inicio y otra de finalización. Empiezan otra vez el 1
de enero: en un año, se
lee la mayor parte de la Biblia, de Génesis a Apocalipsis (quedan
fuera fragmentos áridos de Números, Deuteronomio, etc...). Cada curso en los
dos años pasados ha atraído unos
240 participantes.
La
situación canónica de Pilar y Madre Trinidad es peculiar. Madre Trinidad era
priora de la comunidad jerónima de Barcelona, y Pilar era novicia. Querían
hacer algo "más jerónimo" (más ermitaño, más hospedar-acoger, más
Biblia) y se sintieron llamadas a cuidar ese santuario en una zona rural y poco
poblada de la Cataluña interior. Pasados 6 años de experiencia, Pilar ya no es
novicia de la orden y Madre Trinidad consulta con Roma seguir sirviendo a la
Iglesia, pero ahora desde la diócesis y desde Refet.
Llegaron
en 2016 de Barcelona. Pilar era de
Masnou, cerca de la Ciudad Condal. "En la ciudad piensan que la gente de
campo es más religiosa, pero la
realidad es que la Cataluña rural está muy descristianizada y envejecida.
No hay curas que puedan quedarse a atender el despacho parroquial, los jóvenes
se van, muchos pueblos no tienen misa... Aquí en el santuario tenemos misa el domingo por la
tarde y viene gente de los pueblos de alrededor", detalla.
Probaron
varias iniciativas de evangelización, y comprobaron que "era difícil
reunir vecinos con fe para rezar juntos, formarse, un Curso Alpha o para orar
la Lectio Divina".
En
cambio, cuando lanzaron la lectura por Instagram, siguiendo una guía de Estados Unidos en un esquema de un año,
"con inicio y final" comprobaron su éxito.
"Son
veinte minutos al día, y comprobamos que tres de cada cuatro perseveran hasta el final. Enviamos
un mensaje con los textos diarios de la semana, y también algunas guías y
ayudas", explica Pilar. Recomiendan sobre todo el libro Comprender las Escrituras, del
popular biblista converso Scott Hahn.
De
los frutos no les caben dudas. Ponen un ejemplo concreto: "Una señora que perdió a su
madre en pandemia nos dijo que esta lectura diaria de la Biblia le
sostenía".
En
ese envío no hay espacio de preguntas, pero hay otro espacio que sí funciona
como un chat donde los usuarios hacen preguntas y comentarios y se crea un
lugar de encuentro común.
"Es un impulso para hacer oración
personal, cada uno en su casa, pero desde la Iglesia, con apoyo y
acompañándose del Catecismo", añade Pilar.
Cita
a Benedicto XVI, que decía que "la Biblia no es un oráculo". Por eso
ellas rezan la Lectio Divina con la misa del día, el oficio divino "con
los Salmos que están ahí; a
veces te levantas contento pero lo que te toca leer es el Miserere. Somos
un cuerpo místico, al rezar sentimos y vivimos con la Iglesia".
Club de Lectura Católica, por Instagram
Usando
la misma fórmula, lanzaron un Club de Lectura, empezando con El
despertar de la señorita Prim, el libro de Natalia
Sanmartín, con el apoyo de la autora. Participaron 45 personas, que lo degustaron detalladamente, en dosis de
pocas páginas al día, que luego se comentaban el fin de semana.
Los
participantes pidieron continuar, y ahora en el club están leyendo La
Restauración de la Cultura Cristiana de John Senior. "Es un libro que nos
encanta y hemos leído ya 4 veces, nos lo recomendó mosén Joan Antoni Mateo", explican,
refiriéndose al párroco de Tremp, activo en Facebook y bloguero, que murió en 2021 con 59 años.
"Tenemos
claro que vivimos en una
época de batalla cultural y también espiritual y todos hemos de
prepararnos", explican.
Como
la fórmula funciona, anuncian que también crearán un sistema a partir de Adviento para empezar a leer en
Catecismo y comentarlo en grupo. "Nuestro Instagram y nuestras
redes están en castellano y se apunta gente de toda España y
Latinoamérica", constatan.
La Biblia y la Lectio Divina, no son
"un añadido"
Pilar
constata que hay mucha gente devota que casi no incorpora la Biblia en su
oración. Le parece que es algo en lo que hay que avanzar.
"Hay
conversos, y personas religiosas que van a peregrinaciones lejanas, y que rezan
muchos rosarios... eso está bien pero les pregunto si rezan Laudes, Completas, la Liturgia de las Horas,
que es la oración pública de la Iglesia, y no saben lo que es. A veces pasa
también con la misa, con gente que valora más las adoraciones que la Eucaristía
en sí. Benedicto XVI animaba a volver sobre todo a lo esencial: la Eucaristía,
la Palabra de Dios en la Iglesia y el Catecismo".
Pero
también es importante hacer amistades y comunidad. "En el mundo profano, cuando alguien se apunta a un Club
de Lectura de una librería, también lo hace para conocer gente, hacer amigos... Y
también puede hacerse en nuestro club de lectura, conociendo personas con
nuestras afinidades. Saboreamos el libro y lo comentamos, pero también nos conocemos y nos
comprometemos a rezar unos por otros".
Así,
desde un pequeño santuario rural no lejos de los Pirineos, se teje una red de
oración que llega a lugares muy lejanos. Y a Dios.
Pablo J. Ginés
Fuente: ReL