El sacramento de la Penitencia puede intimidarte, especialmente si hace mucho tiempo que no lo recibes, pero te deja con la mejor sensación
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Arina Krasnikova | Pexels |
Sabemos que ir
a confesarse regularmente es lo correcto, pero puede ser difícil encontrar
tiempo en nuestras apretadas agendas.
Ayuda crear un
hábito regular de ir a la confesión. Así no tienes que tomar una gran decisión sobre
ir cada vez; en cambio, puede ser una parte predecible y esperada de tu rutina.
Hay algunas
cosas que puedes hacer para que el proceso sea un poco más fácil, por ser algo
integrado automáticamente en tu vida.
¡Aquí hay algunos recursos útiles para desarrollar el hábito de celebrar regularmente el sacramento de la Penitencia!
1. ELEGIR EL MOMENTO ADECUADO PARA LA CONFESIÓN
Busca los
horarios de confesión en las iglesias cercanas y elige uno que sepas que
generalmente encajará con tu horario.
Para mí, es el
viernes de 6 a 8 de la tarde en una parroquia local: casi siempre estoy libre
los viernes por la noche. Sé que no soy la única porque siempre hay una fila de
personas allí.
A una de mis
amigas le gusta ir a confesarse las mañanas de lunes a viernes cuando sus hijos
están en la escuela.
Otra cuenta con
el horario del almuerzo en la concurrida iglesia urbana cerca de su oficina. Y
otro asiste a una iglesia que ofrece Reconciliación durante la misa dominical.
Sea cual sea el
mejor momento para ti, busca un horario que sepas que normalmente podrás
alcanzar.
2. ESTABLECER UN
RECORDATORIO
Encuentro que
realmente ayuda programar la confesión en mi calendario e incluso configurar
una alarma si es necesario.
Todos los
viernes por la noche, mi teléfono me recuerda que puedo ir corriendo a
confesarme en la parroquia local una vez que mi esposo llegue a casa y mis
hijos estén en la cama.
No voy todas
las semanas, pero el pequeño recordatorio me ayuda a convertirlo en una parte
habitual de mi vida.
3. TENER A MANO
UN EXAMEN DE CONCIENCIA
Así que tienes
un tiempo de confesión que se ajusta a tu horario y un recordatorio para ir
allí. ¡Pero ahora estás en la iglesia y tienes que prepararte para la
confesión!
A veces me
quedo helada y de repente no puedo recordar lo que tengo que
confesar, así que he descubierto que es realmente útil tener un examen de
conciencia a la mano.
Cuando era
adolescente, en mi escuela católica me enseñaron a memorizar los Diez
Mandamientos y los Siete Pecados Capitales, y revisar esas dos listas para un
rápido examen de conciencia.
Pero eso fue
antes de los teléfonos inteligentes: ¡Ahora puedes elegir entre una serie de aplicaciones
católicas que ofrecen un examen de conciencia directamente en tu teléfono!
Un recurso en
inglés son las Tarjetas de confesión de ReCatholic. Están inspiradas en
luchas particulares que alguien podría librar y presentan diferentes santos
patronos, con un código QR conveniente que se vincula a un examen de
conciencia.
Independientemente
de cómo lo hagas, ¡espero que estos consejos te ayuden a desarrollar este
hábito!
Sé que puede
resultar realmente intimidante, especialmente si no te has confesado por un
tiempo. Pero no puedo describir lo increíble que se siente hacer las paces con
Dios de esta manera.
Mi papá lo
llama «tomar una ducha para tu alma«, y realmente te deja con esa sensación
fresca y limpia.
¡Trabajemos
juntos para incorporar este pequeño hábito en nuestras rutinas y tal vez
invitemos a un amigo a unirse también!
Theresa
Civantos Barber
Fuente: Aleteia