Quiero hacer vida con vosotros. Espero ser el pastor que os merecéis y que necesitáis”, ha manifestado
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Mons. Vicente Rebollo. Dominio público |
Con estas palabras se ha dirigido el ya obispo de la Diócesis
de Tarazona, Mons. Vicente Rebollo, a sus nuevos feligreses en la S.I Catedral
de Tarazona, al término de la eucaristía en la que ha tenido lugar su
ordenación episcopal y toma de posesión.
En
la celebración han participado el Nuncio de Su Santidad, Mons.
Bernardito Aúza, Arzobispo de Zaragoza, Mons. Carlos
Escribano y otros ocho arzobispos, quince obispos, el
Abad de Silos y casi doscientos sacerdotes de las Diócesis de Tarazona, de la
Archidiócesis de Burgos y del resto de diócesis aragonesas.
Diócesis rica en espiritualidad
Al
inicio de la eucaristía ha intervenido el hasta ahora obispo de Tarazona, Mons.
Eusebio Hernández Sola, quien le ha dicho a su sucesor que el Señor pone en sus
manos una diócesis rural, pequeña y con escasos recursos
económicos, pero "rica de humanidad, de fraternidad, de sencillez, de esa
espiritualidad que tanto añora el mundo de hoy y no sabe descubrir”. “Y
gracias a esta gente sencilla, y al esfuerzo compartido hemos conseguido
objetivos y pasos muy importantes para la vida de la diócesis”, ha añadido.
En
la homilía, el ordenante principal, Mons. Carlos Escribano, le ha dado la
bienvenida a tierras aragonesas: "La Iglesia te ha enviado para servir a esta
porción del Pueblo de Dios como Obispo de Tarazona", y le ha recordado
que la responsabilidad que asume "es mucha en los tiempos recios
que nos toca vivir".
Posteriormente,
Escribano le ha exhortado a confiar en Dios: "La gracia del
Señor no te faltará y tampoco la ayuda del presbiterio, de los religiosos y de
los laicos y de mucha gente de buena voluntad de esta querida diócesis de
Tarazona".
Después,
D. Vicente Rebollo Mozos ha sido ordenado y ha tomado posesión de la sede
turiasonense. Ya en su Cátedra ha recibido el abrazo de sus hermanos obispos y,
como representantes de su nueva Diócesis, de tres sacerdotes, tres religiosas y
una familia.
El Nuncio
de Su Santidad, Bernardito Aúza, y el Arzobispo de Burgos, Mons.
Mario Iceta, han sido los otros dos obispos ordenantes.
Los sacerdotes acompañantes de D. Vicente han sido D. Javier
Bernal, vicario general de la Diócesis de Tarazona, y D. Pedro Saéz Vesga,
sacerdote de la Archidiócesis de Burgos.
"Quiero hacer vida con
vosotros"
Al
final de la eucaristía, Mons. Vicente
Rebollo ha recorrido la Catedral bendiciendo a los presentes y, al
concluir, ha dirigido unas palabras en las que ha señalado
que, aunque él se considera "pequeño e indigno" en
comparación a “la grandeza del amor de Cristo”, esta es la que realmente le
permite seguir adelante así como haber dicho “sí” a la encomienda que se le
encarga a partir de ahora. “Cómo no seguirle, cómo no sentir su fuerza y
confiar en Él; cómo no sentir su fuerza en mí y en mi vida de creyente si hay
alguien, el todopoderoso, que me ha amado sin límites”, ha destacado.
D.
Vicente ha declarado sentirse afortunado por haber transmitido durante sus 34
años de vida sacerdotal el Evangelio a través de caminos y circunstancias
diferentes. “Qué suerte poder tomar parte en
los trabajos del Evangelio, poder ser colaborador de Jesús el Buen Pastor,
hacer que la Buena Nueva llegue a todos los hombres”.
Así
concibo mi nueva encomienda episcopal entre vosotros, en esta querida diócesis,
mi diócesis, mi casa. Quiero hacer vida con vosotros y en vosotros mi lema
episcopal: “Amaos
y entregarme para vosotros”. Espero ser el pastor que os merecéis y
que necesitáis”, ha aseverado.
El
nuevo obispo de Tarazona, cuya vida sacerdotal ha transcurrido en la
Archidiócesis de Burgos, ha querido comenzar su episcopado dando las gracias “porque
mi corazón se siente agradecido”. De esta manera, en su alocución, ha tenido
palabras de agradecimiento para todos aquellos que han formado parte de su vida
sacerdotal y personal, especialmente a su familia más cercana, su padre,
hermano, cuñada y sobrinos, presentes en la celebración. Ha finalizado
poniéndose en las manos de María, en su advocación de Nuestra Señora de la
Huerta, titular de la Catedral de Tarazona, "sé que ella me va a cuidar como a su
hijo y que siempre me va acompañar en esta mi nueva tarea. Rezad ante ella por
mí".
Cerca de 800 personas
Ha
sido una emotiva celebración en la que cerca de 800 personas, entre sacerdotes,
familiares, amigos, colaboradores, fieles de Burgos -de donde han llegado
cuatro autobuses- de Tarazona y su diócesis, han llenado la nave de la Catedral
y otros espacios que se han habilitado y preparado para acoger a todo aquel que
ha querido acercarse. También han participado en la eucaristía 10 seminaristas
de Burgos y media docena de Zaragoza.
Fuente: ReligiónConfidencial