Las Misioneras Combonianas reafirman su compromiso con África: «No nos echamos atrás, no tenemos miedo».
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Dominio público |
La tela es un símbolo de la mujer africana y está presente en los
momentos más importantes de la vida. Con ella se envuelve a los bebés, a las
novias cuando se casan y a los fallecidos. También se utilizan para la
liturgia.
«Hemos elegido este
símbolo para presentar al Papa Francisco la vida del pueblo de Mozambique en
este momento en el que necesita ser cuidado. Necesita ser protegido con la
capulana de la oración, de la justicia, de la proximidad, de la solidaridad»,
afirma Luigia Coccia, superiora general de la Misioneras Combonianas.
Además, la periodista ha
compartido con el Pontífice el comunicado emitido por las religiosas fundadas
por Comboni, en el que señalan que la hermana María de Coppi fue «víctima de
una muerte premeditada y violenta por odio a la fe cristiana, entregando su
vida por todos aquellos a los que cuidaba». «Falleció martir», sentencian.
También citan a Ángeles
López, la religiosa española que consiguió escapar: «Ella declaró en una
televisión que le dijeron que querían que se fueran ya, que no quieren esta
religión».
Con todo, reafirman su compromiso con la misión «precisamente cuando el trabajo se hace más duro». «Los pasos de los misioneros y misioneras en esta tierra no se detienen a causa de la violencia. La muerte de nuestra hermana se transformará en semilla que regenerará la vida misionera en Mozambique y en todo el mundo. No nos echamos atrás, no tenemos miedo y nos unimos al dolor de todos los que padecen la violencia terrorista», añaden.
Fran
Otero
Fuente:
Alfa y Omega