La presidente de la Comisión Europea ha instado a «restaurar la paz» en el continente, «reconciliar nuestra relación con el planeta» y ahondar en la «solidaridad entre generaciones»
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| La presidenta en Taizé. Foto: Ursula von der Leyen |
La presidenta
de la Comisión Europea Ursula von der Leyen ha visitado estos días Taizé
y ha
pronunciado un discurso ante los hermanos y jóvenes allí congregados
en el que ha confesado que «Taizé es desde hace mucho tiempo parte de mi vida».
Nunca antes había estado, pero «cuando era niña mis hermanos y mis primos
fueron a Taizé y regresaron de otra manera», ha asegurado la presidenta este
sábado 27 de agosto.
Los recuerdos,
sin embargo, no son todos buenos. También «fue un momento muy triste para mi
familia porque mi hermana pequeña murió de cáncer cuando tenía 11 años en ese
momento». En estas circunstancias, plagadas de «oscuridad y dudas», Taizé «trajo luz, confianza y
esperanza nuevamente a mi familia. Y todavía estoy agradecida».
Durante su
discurso, Von der Leyen ha definido Taizé como «un lugar de fe y de encuentro»
y ha reflexionado sobre la parábola de los talentos y de su papel al frente de
la Comisión Europea. «¿Estamos aprovechando los talentos que nos han sido
confiados? Creo que aquí la respuesta es clara: todos quieren aprovechar sus
talentos. Todos habéis elegido dedicar vuestra vida al amor, al servicio,
a la solidaridad y, sí, a Dios».
Por su parte,
«cuando comencé mi camino como presidenta, la primera pregunta que me planteé
fue: «¿Cuál es la misión de mi generación?» «¿Qué estamos haciendo con los
talentos que hemos recibido?». En su respuesta, Ursula von der Leyen ha hablado
de la contribución de Europa a la paz, a nuestros planeta y a la solidaridad
entre generaciones.
La vuelta de la
guerra
En primer
lugar, la mandataria ha recordado que la Unión Europea nació del anhelo de paz.
«Fue creada para que nunca más los países europeos hicieran la guerra entre sí.
Y hasta ahora, ha sido el proyecto de paz más exitoso en la historia humana»,
ha subrayado. Sin embargo, «el Kremlin ha vuelto a traer la guerra a Europa» y,
por tanto, «nuestra unión debe volver a sus raíces. Una vez más, nuestra misión
es y debe ser restaurar la paz y la seguridad en nuestro continente».
En este
sentido, la presidenta ha defendido su apoyo a Ucrania, porque «si Rusia deja
de luchar, no habrá más guerra en Ucrania. Pero si Ucrania deja de luchar,
no habrá más Ucrania. Así que defender la paz, hoy, significa estar con el
pueblo de Ucrania».
Dependencia de
los combustibles fósiles
La segunda
misión, según Von der Leyen, es la de reconciliar nuestra relación con el
planeta. «El mundo natural que nos rodea, la creación, nos ha sido
confiado, pero no nos pertenece. Y lo hemos olvidado», ha afirmado.
«En lugar de preservar y nutrir el tesoro que heredamos, lo devoramos pieza a
pieza. Construimos una economía que extrae, consume y desecha».
En este punto,
ha recordado la figura del Papa Francisco y su llamamiento a usar
responsablemente los bienes de la tierra. Algo de lo que la presidenta está
totalmente concienciada. Por ello, «mi primera iniciativa, cuando asumí el
cargo, fue presentar el Pacto Verde Europeo». Se trata de «una estrategia para
transformar nuestra economía para que preservemos y restauremos la
naturaleza, desarrollar una forma de vida y trabajo que le dé a nuestro
planeta una verdadera oportunidad de lucha para las próximas generaciones».
Esta cambio se
ha visto acelerado por la guerra de Ucrania, que «ha arrojado luz sobre cuán
frágil es la paz y cuán destructiva es nuestra dependencia de los combustibles
fósiles». Ante ella, Ursula ha instado a «deshacernos de nuestra dependencia de
los combustibles fósiles» y a «acelerar la transición hacia las energías
renovables de cosecha propia».
Motor de la
solidaridad
Por último, la
presidenta de la Comunión Europea, que es madre de siete hijos, ha alabado la
solidad entre generaciones demostrada por la juventud. «Los jóvenes habéis
demostrado una fortaleza increíble frente a la adversidad. Habéis sido el motor
de la solidaridad de Europa».
La mandataria ha
avalado sus palabras recordando cuando durante el confinamiento «los jóvenes
ayudaban a los ancianos que no podían salir de casa». O ahora durante la guerra
de Ucrania, «cómo os habéis ofrecido como voluntarios para ayudar a los
refugiados ucranianos que huyen de la guerra».
«Nos habéis
enseñado mucho» y «nos habéis instado a apuntar más alto», ha asegurado Von der
Leyen, quien ha concluido confesando que siente «la responsabilidad de asegurar
que nuestra Unión Europea esté lista para la próxima generación». Y eso
significa, «proteger nuestros valores ancestrales», que son, como recordó el
Papa emérito Benedicto hace unos años, «los derechos humanos, la igualdad de
todas las personas ante la ley, el reconocimiento de la inviolabilidad de la
dignidad humana y la conciencia de las responsabilidad de las personas por sus
acciones».
José Calderero de Aldecoa
Fuente: Alfa y Omega
