Tras la apertura de la Puerta Santa, el Papa permaneció en oración ante los restos de Celestino V y, a la derecha, mostró la bula Inter sanctorum solemnia con la que se instituyó la indulgencia
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Con el acto
presidido por el Santo Padre, inició el Jubileo Celestiniano, que se extiende
hasta este lunes 29 de agosto, en el marco del 728º aniversario del Perdón
Celestiniano. El Papa viajó a L'Aquila, capital de la región italiana de los
Abruzos, como apóstol del perdón y la esperanza.
"Ábranme
la puerta de la justicia": esa fue una de las tres invocaciones
proclamadas por el Papa Francisco antes del rito de la apertura de la Puerta
Santa en la Basílica de Collemaggio, en L'Aquila, capital de la región italiana
de los Abruzos. Tras la institución del Jubileo Celestiniano, decretado en
la bula Inter sanctorium solemnia, más conocida como "la Bula
del Perdón", en 1294, Francisco es el primer Pontífice que preside
este rito después de 728 años.
Recordemos que
dicha bula otorga la indulgencia plenaria a todos los que se dirijan, entre el
28 y 29 de agosto de cada año, en peregrinación a la Basílica de Collemaggio,
de manera que, en 2022, el Jubileo finaliza este lunes 29 de agosto.
Los orígenes
del Perdón Celestiniano
La visita del
Papa Francisco a L'Aquila está vinculada a una fecha importante: el 29 de
agosto de 1294, Pietro da Morrone fue coronado Papa en la Basílica de Santa
María de Collemaggio, tomando el nombre de Celestino V. Según fuentes
históricas, a la ceremonia asistieron cardenales, nobles, el rey Carlos II de
Anjou y su hijo Carlos Martel, así como una multitud de fieles. Esa misma
noche, el Papa concedió la remisión de los pecados a todos los presentes, ordenó
y obtuvo la reconciliación de las facciones de la ciudad y ordenó al propio
Carlos II de Anjou que perdonara a los habitantes rebeldes de L'Aquila.
Sobre el rito
de apertura
El Santo Padre,
el Cardenal Arzobispo de L'Aquila, Giuseppe Petrocchi, los Cardenales y los
Obispos, el servicio litúrgico y el Alcalde se dirigieron en procesión a la
Puerta Santa. Posteriormente, se cantaron las letanías de los santos y se
entonó la monición.
Petrocchi
explicó el significado del rito penitencial, subrayando que, "para
participar dignamente en esta celebración tan deseada, abrimos esta Puerta
Santa invocando sobre nosotros pecadores la misericordia de Dios".
El Papa
pronunció una oración, en la que, entre otras cosas, se escuchó: "Concede,
te rogamos, a todos aquellos que, con renovado compromiso y firmeza de fe,
cruzarán este umbral para obtener la salvación, que procede de ti y hacia ti
conduce".
Enseguida,
Francisco efectuó tres invocaciones y con una rama de olivo golpeó tres veces
la Puerta Santa.
El Santo Pueblo
Fiel de Dios congregado para el evento entró por la puerta, mientras se
escuchaba un himno a San Pedro Celestino V y el Salve Salute del Pueblo
Aquilano.
Tras la
apertura de la Puerta Santa, el Papa permaneció en oración ante los restos de
Celestino V y, a la derecha, mostró la bula Inter sanctorum solemnia con
la que se instituyó la indulgencia.
El Pontífice
salió a las 12:23 para el Vaticano, desde el campo de atletismo en L'Aquila,
concluyendo, de este modo, su visita pastoral.
Sebastián Sansón Ferrari
Vatican News