Los actos de violencia en Nicaragua se deben a que “la Iglesia Católica no está dispuesta a adular a nadie”
![]() |
Daniel Ortega. Crédito: Fernanda LeMarie / Cancillería del Ecuador (CC BY-SA 2.0). |
La autora de un
extenso informe que recopila los casi 200 ataques que ha recibido la Iglesia
Católica en Nicaragua en menos de cuatro años advierte que Daniel Ortega y su
esposa, Rosario Murillo, “siempre le han tenido odio a la Iglesia Católica y
todo lo que refleja la fe cristiana”. Pero, ¿por qué?
En entrevista con ACI Prensa, la abogada Martha Patricia Molina
Montenegro, integrante del Observatorio Pro Transparencia y Anticorrupción,
denunció que actualmente Nicaragua atraviesa “una dictadura demasiado
sangrienta” bajo Ortega y Murillo, que es actualmente la vicepresidenta del
país.
Molina Montenegro dijo que se trata de “una dictadura a la que le gusta que la
población aplauda y adule la barbarie que están cometiendo, las
arbitrariedades, nepotismo, la corrupción, etcétera”.
La abogada nicaragüense es autora del informe “Nicaragua: ¿una
iglesia perseguida? (2018-2022)”, que recopila 190 ataques contra la
Iglesia Católica en el país, bajo el régimen de Ortega y Murillo.
La jurista indicó que este es el primero de varios informes que
está preparando. “Creo que para finales de julio ya voy a tener la segunda
entrega”, señaló.
Para Molina Montenegro, los actos de violencia en Nicaragua se
deben a que “la
Iglesia Católica no está dispuesta a adular a nadie”.
“Los sacerdotes y obispos han abierto sus puertas”, destacó,
indicando que llevan esperanza y consejo a los nicaragüenses, que en los
últimos años y con cada vez más fuerza han exigido pacíficamente en las calles
un cambio de régimen en Nicaragua.
Daniel Ortega, que ha gobernado ininterrumpidamente Nicaragua desde enero de
2007, es un exguerrillero del Frente Sandinista de Liberación Nacional, que a
fines de la década de 1970 sacó del poder al dictador Anastasio Somoza Debayle.
Con el triunfo de la revolución sandinista se implementó una Junta
de Gobierno en la que participó Ortega. En 1985, Ortega convocó a elecciones
generales y ganó, gobernando el país hasta 1990.
A la cabeza del FSLN, convertido de grupo guerrillero en partido
político, Ortega fracasó en las elecciones de 1990, 1996 y 2001.
A fines de 2006, Ortega ganó las elecciones presidenciales. Desde
entonces no ha abandonado el poder, reeligiéndose en dos ocasiones
consecutivas, en medio de acusaciones de fraude.
En abril de 2018 detonaron protestas en diversas partes del país,
tras el anuncio de reformas al seguro social de Nicaragua, que implicaban
incrementos en los aportes y deducciones a los jubilados.
Las protestas fueron reprimidas violentamente por el régimen de
Ortega, y se registraron más de 300 muertos y muchos cientos de heridos.
Ante los mensajes a favor del respeto a los derechos humanos de la
Iglesia Católica, el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo respondió con
violencia contra templos, sacerdotes y obispos.
Martha Patricia Molina Montenegro señaló que “la respuesta de esta dictadura ha
sido precisamente las hostilidades que hemos recopilado en este estudio,
que es un estudio científico basado en pruebas”.
“Yo no estoy inventando ninguno de los casos que se documentan,
sino que han salido de pronunciamientos, de denuncias elaboradas a través de
las páginas y redes sociales de las propias iglesias o también comunicados, ya
sea de la Arquidiócesis de Managua o de las diferentes diócesis que conforman
Nicaragua”.
“Creo que
este estudio va a quedar como muy corto”, dijo, pues “yo sé que
existen muchísimos más casos que los que recopilé en este estudio”.
Algunos sacerdotes y seminaristas agredidos, lamentó, “han
decidido callarse, no darlas a conocer, y entonces yo tampoco podía hacerlas
públicas en mi estudio”.
Para la jurista nicaragüense, “al sandinismo y a la dictadura
Ortega-Murillo siempre hay que entenderle al revés: cuando ellos hablan de amor
significa odio. Y cuando ellos hablan de paz, significa guerra”.
Como ejemplo, recordó
que en la visita del Papa San Juan Pablo II a Nicaragua, el 4 marzo de 1983,
una turba sandinista intentó boicotear la Santa Misa. Fue el
mismo Papa el que los llamó al silencio y les recordó que “la primera que
quiere la paz es la Iglesia”.
Cuando Ortega retomó el poder en 2007, dijo la abogada, se
estableció inicialmente “una paz ficticia entre Estado e Iglesia, pero
realmente el orteguismo siempre ha atacado a la Iglesia Católica, a los
sacerdotes y obispos, precisamente porque ellos no están de acuerdo con que los
sacerdotes y obispos les digan la verdad”.
Una carta de 16 páginas a Daniel Ortega en 2014 en el que le
pedían sostener un "diálogo nacional", así como trabajar para un
proceso electoral transparente. Los obispos le dijeron además a Ortega que “los años pasan y nadie es eterno”.
Para Molina Montenegro, al régimen de Ortega no le gustó “que los
obispos y sacerdotes alzaran la voz mediante un documento que fue unánime y
público”.
“Siempre
le han tenido odio a la Iglesia Católica y todo lo que refleja la fe cristiana,
la fe católica, pero sí creo que desde el 2014, cuando los señores obispos
entregan esta carta, es cuando más odio le agarran a la Iglesia Católica”,
dijo.
La jurista advirtió que Daniel Ortega y Rosario Murillo están
buscando “construir una dictadura dinástica, para que después de ello vengan
los hijos, los nietos, y así sucesivamente.
“Realmente el Estado de Nicaragua en sí ya no existe, porque los
elementos constitutivos de un Estado, que son la división de poderes, el
gobierno, las leyes y todo eso que lo conforman, eso ya es inexistente”.
“Entonces Nicaragua
ahorita no es un Estado, sino un territorio donde manda el más fuerte y
el más fuerte es la pareja presidencial”, señaló.
Por David Ramos
Fuente: ACI Prensa