“El Papa invita reiteradamente a experimentar la belleza de la liturgia en un espíritu de comunión con Dios y con la Iglesia”, afirma
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Dominio público |
"El
papa Francisco hace un llamamiento a todos los cristianos, obispos,
presbíteros, diáconos, personas consagradas y fieles laicos, para que descubran
la centralidad de la liturgia y la vivan. La formación nos
lleva a comprender y a valorar lo que celebramos, por encargo del mismo
Jesucristo. Todo esto es posible en la comunión de la Iglesia, anunciando al
mundo la salvación, como exhorta San Francisco en el texto final, afirma.
Belleza de la celebración
litúrgica
Esta es su
reflexión:
El
papa Francisco nos regala, en la festividad de los santos apóstoles Pedro y
Pablo un texto dedicado a la liturgia: La Carta Apostólica Desiderio
desideravi, sobre la formación litúrgica del Pueblo de Dios.
El
comunicado del Dicasterio para el Culto Divino, al anunciar este nuevo
documento, nos lo presenta como una reflexión (meditación) sobre la belleza de
la celebración litúrgica. Aunque el Dicasterio advierte, previamente, que
siguiendo al Motu proprio «Traditionis custodes»,
pretende acrecentar la comunión eclesial conforme a los libros litúrgicos de la
reforma litúrgica del Concilio Vaticano II.
Estructura de Desiderio desideravi
El
tema que aparece en el encabezamiento es: «la formación litúrgica del Pueblo de
Dios».
La
Carta se presenta con párrafos numerados y con títulos en cursiva, que indican
los diversos apartados que estructuran el texto. Todo el documento está formado
por 65 números y un texto de San Francisco de Asís que aparece después del final
de la Carta y sin numeración.
El texto de Dd comienza con una breve presentación (n. 1) donde el Papa explica
que después de Traditionis custodes quiere
reflexionar sobre la liturgia.
Hay,
después, ocho apartados de una extensión desigual: breves los primeros y
extensos los dos últimos.
1. La liturgia: el “hoy” de la historia de la salvación (nn. 2-9)
2.
La liturgia: lugar del encuentro con Cristo (nn. 10-13)
3.
La Iglesia: sacramento del Cuerpo de Cristo (nn. 14-15)
4.
El sentido teológico de la liturgia (nn. 16-19)
5.
Redescubrir cada día la belleza de la verdad de la celebración cristiana (nn.
20-23)
6.
Asombro ante el misterio pascual, parte esencial de la acción litúrgica (nn.
24-26)
7.
La necesidad de una seria y vital formación litúrgica (nn. 27-47)
8. Ars
celebrandi (nn. 48-60).
Luego
sigue una reflexión, a modo de conclusión (nn. 61-65). Concluye con la fecha
(29-6-22) y el lugar (en Roma, en San Juan de Letrán, que es la catedral del
Papa) de la firma del papa Francisco.
San Francisco de Asís
Como
si fuera un apéndice, aparece un fragmento de la Carta a toda la Orden (II,
26-29) de San Francisco de Asís, referido a la celebración de la Eucaristía y
su efecto en nosotros.
Dd
contiene 24 notas en las que se indican textos citados o referencias de Padres
de la Iglesia, documentos papales, textos litúrgicos, San Francisco de Asís y
el teólogo Romano Guardini.
Motivación
2.
Motivación de la Carta Apostólica
En
el primero de los números de Dd, ya señala el Papa que desea «compartir con
vosotros algunas reflexiones sobre la liturgia».
Más
claramente expresa su intención en el número 16, al tratar del sentido
teológico de la liturgia, cuando escribe: «Con esta carta [...] quisiera
simplemente invitar a toda la Iglesia a redescubrir, custodiar y vivir la
verdad y la fuerza de la celebración cristiana».
Todavía,
en el número 61, a modo de conclusión, pide que se ayude al pueblo santo de
Dios a beber de la fuente principal de la espiritualidad cristiana,
redescubriendo los principios que sobre la liturgia expresa la Constitución
sobre liturgia del Concilio Vaticano II.
Y
como broche final, en el último párrafo de la Carta, el
Papa pide abandonar las polémicas para escuchar lo que el Espíritu dice a la
Iglesia, manteniendo la comunión, la admiración por la
belleza de la liturgia, bajo la mirada de María.
Conocimiento profundo
Resumiendo,
podemos decir que el Papa intenta animar al conocimiento profundo de la liturgia
para que esa vivencia de la salvación realice la verdadera comunión y
se superen las tensiones que se han producido en algunos lugares, tras la
reforma litúrgica del Concilio Vaticano II.
Dd no es un
documento disciplinar ni establece ninguna normativa. Desde el
principio, intenta ofrecer una reflexión serena sobre la liturgia que la
Iglesia celebra en continuidad con lo que Jesucristo mismo realizó en la Última
Cena. De esa acción salvadora brota toda la liturgia de la Iglesia, que
pastores y fieles deben conocer y celebrar.
El
Papa invita reiteradamente a experimentar la belleza de la liturgia en un
espíritu de comunión con Dios y con la Iglesia, asumiendo las propias
responsabilidades y empeñándose todos los cristianos en la celebración
adecuada: el ars celebrandi.
Necesidad de formación
3.
Perspectivas litúrgicas
La
Carta Desiderio
desideravi presenta desde su encabezamiento la necesidad de
formación litúrgica. Luego se dedicará a este tema en el apartado octavo (nn.
27-47), pero todo el texto es una llamada a conocer y experimentar lo que se
celebra en la liturgia.
La
reflexión afecta a toda la liturgia (sacramentos, sacramentales, año litúrgico,
domingo...), pero el Papa no puede evitar centrarse de forma especial en la
Eucaristía, como acto litúrgico central y del que dimana toda la acción
santificadora de Cristo por medio de la Iglesia.
Encontramos,
de forma reiterada, la referencia a las enseñanzas del Concilio Vaticano II, a
los libros litúrgicos actuales y a las enseñanzas de los Padres de la Iglesia
(autores santos de los primeros siglos, que destacan por sus enseñanzas). En
definitiva, es la continuidad que señalaba el papa Benedicto XVI, puesto que en
la celebración litúrgica no puede haber rupturas.
Individualismo y el subjetivismo
Dd
también pone en guardia (n. 17ss) contra el individualismo y el subjetivismo;
por el contrario, invita a descubrir la centralidad de Cristo, que actúa por
medio de quien preside y de toda la asamblea celebrante. La liturgia es, en
primer lugar, una acción de Cristo y de la Iglesia, aunque se debe realizar
(actualizar) en cada asamblea que celebra: sacerdote y fieles.
El Papa señala
tanto la importancia de los ritos, gestos y palabras, como la forma
adecuada en que se deben realizar; dedica especial atención a los momentos de
silencio que deben recorrer la celebración (se centra en la Misa) y en la
actitud espiritual que comportan.
La
liturgia está hecha de símbolos, incluye elementos naturales y tienen su
fundamento en la Encarnación de Jesucristo, que ha hecho posible la Redención
en la Cruz. Sin embargo, eso compromete la actitud interior y la vivencia
profunda del misterio que se celebra para que, como decimos en la misma
liturgia, la contemplación de lo visible nos lleve al amor de lo invisible.
Fuente: ReligiónConfidencial