Entre los nombres que se barajan: García Magán, José Cobo, Carlos López Segovia, José Antonio Satué y Raquel Pérez
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Mons. Luis Argüello. Dominio público |
El
proceso de elección del futuro secretario general de la Conferencia Episcopal Española,
que algunos en la Casa de la Iglesia daban por hecho en cuanto al nombre y
número de candidatos, no parece que vaya a ser tan
sencillo.
La
decisión del cardenal presidente, Juan José Omella, de acelerar el proceso de
cambio y nombramiento de obispos en España también puede tener un efecto en la
secretaría general de la Conferencia Episcopal. Hay quien le llama a esta
operación de Omella “El asalto a la Secretaría General”.
Algunos candidatos
El
día en que se hizo público el nombramiento de Luis Argüello como
arzobispo de Valladolid comenzaron las especulaciones sobre su
futuro sucesor en Añastro. En primer lugar aparecía con insistencia el nombre
del obispo
auxiliar de Toledo, monseñor Francisco César García Magán. Un
candidato, apoyado por su arzobispo, que parecía contar con votos suficientes
de un importante sector de obispos.
Pero
en las últimas semanas, la candidatura de Magán se ha desinflado ante la
imposibilidad de recabar las papeletas y la negativa de algunos obispos que,
inicialmente se pensaba le podrían apoyar, de sumarse a esta candidatura por
razones varias.
Al nombre de Magán se unía el del patrocinado por el arzobispo de Madrid,
cardenal Osoro, el siempre merecedor José Cobo. Fuentes consultadas por Religión Confidencial apuntan
que el nombre de Cobo, que desarrolla un perfil bajo en las Asambleas
Plenarias, no alcanzaría los votos suficientes.
Una mujer
También
se especulaba sobre la apuesta más arriesgada, una mujer. En este caso la que
tenía más posibilidades es la secretaria técnica de la Comisión Episcopal de
Enseñanza, la teresiana Raquel Pérez Sanjuán. Tampoco
parece que acopiaría votos suficientes. Pesa sobre ella la crítica de no haber
sabido defender adecuadamente los derechos de la clase de religión en la nueva
legislación educativa.
A estos nombres se les suma la apuesta, que algunas fuentes califican de
“siempre segura”, del actual Vicesecretario de la Conferencia Episcopal, el
sacerdote y canonista Carlos López Segovia.
Y también la del sacerdote Luis Manuel Romero, secretario
técnico de la Comisión de Laicos, en permanente autopromoción.
Cambio de la Iglesia española
Pero
la decisión de Omella de acelerar el llamado “cambio de la Iglesia española” ha
hecho que el arzobispo de Barcelona haya puesto en circulación la candidatura
de monseñor José Antonio Satué, Obispo de Teruel y Albarracín,
que, después de su experiencia como Vicario General, de la que salió con algún
problema, ejerció de oficial en la Congregación del Clero.
Si fallara esa carta, el cardenal Omella podría jugar la baza de uno de sus
auxiliares. En esta ocasión el elegido sería Sergi Gordo Rodríguez,
hombre bien considerado en los círculos del laicado español.
Respecto
a la vía de la búsqueda de un obispo auxiliar, una tradicional práctica a la
hora de pensar en quién puede ocupar ese cargo en la Conferencia Episcopal, el
nombre que va sumando puntos es el del auxiliar de Santiago de Compostela, Francisco
José Prieto Fernández, posibilidad condicionada al futuro de la
archidiócesis de Santiago.
Que se quede Argüello
Según
las fuentes episcopales consultadas por Religión Confidencial,
dada la compleja situación en la que se encuentra el proceso, no hay que
descartar que un grupo de obispos le pida a monseñor Argüello que no renuncie a
su cargo hasta que finalice su mandato, cumpla los cinco años. Todo ello dentro
de poco más de año y medio.
Entre otras razones
porque no es fácil sustituir a quien ha cumplido el encargo con tan alta
calificación. Esto
haría posible que se clarificaran determinados procesos en el episcopado
español y que el nuevo secretario general respondiera más a un perfil basado en
lo que se necesita, a ser posible consensuado por la mayoría del episcopado,
que en las siempre limitadas operaciones de círculos de interés.
La decisión será
tomará en la Comisión Permanente que propondrá a la Asamblea los
nombres. No hay que olvidar que los Estatutos de la Conferencia Episcopal dicen
que la Permanente tiene como función “proponer a la Asamblea Plenaria los
candidatos para Secretario General, entre los que deberá incluir todos los
nombres presentados por diez Obispo al menos”.
Fuente: ReligiónConfidencial