Los obispados y el resto de organizaciones por la libertad educativa enfatizan que los “presupuestos ideológicos personales o de gobernantes no pueden estar por encima del derecho de los padres a la educación integral de sus hijos”
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Imagen referencial. Crédito: Pixabay (Dominio Público) |
Así lo afirman junto a otras instituciones educativas de
fundamento católico con las que forman la Junta de la Mesa de Educación en
Libertad, movimiento social de oposición a la octava reforma de la ley
educativa en España en cuarenta años.
A través de un comunicado público se reivindica que la asignatura
de Religión y Moral Católica “contribuye a desarrollar autonomía y espíritu
crítico desde la visión cristiana y que hace explícita la dimensión
trascendente de todo ser humano”.
Así, consideran que esta materia educativa “enriquece el
conocimiento de nuestras raíces”, “da
respuesta a las preguntas más profundas de la persona” y
“potencia todo lo bueno y noble que hay en el corazón del hombre” para
beneficio del bien común.
Estas reivindicaciones se producen al tiempo que las autoridades políticas, que
tienen el deber de ordenar toda la actividad académica, están dificultando el
desarrollo de esta materia.
En este sentido, denuncian que desde la aprobación de la Ley
Orgánica de Mejora de la Ley Orgánica de Educación (LOMLOE) en diciembre de
2020, el secretario autonómico de Educación y Formación Profesional se ha
negado a reunirse y dialogar con los obispados y la Mesa de Educación en
Libertad.
“Como todo lo que se refiere a esta octava reforma educativa en
democracia, consideramos que el proceso no ha sido el adecuado. A estas alturas
del calendario, la
organización del próximo curso escolar se está improvisando sobre la base de
borradores”, subrayan.
Por otro lado, al no estar aprobados los decretos de configuración
de las asignaturas, los centros han trabajado sobre la base de “borradores de
decretos” facilitados por las autoridades educativas.
A este respecto, señalan que “los borradores muestran una falta total de sensibilidad hacia
el trabajo de los docentes de esta materia, que han visto reducida a la mínima
expresión la carga horaria de la asignatura”.
Este horario “tan limitado”, impide a su juicio “un desarrollo adecuado de esta
o de cualquier otra materia”.
Estatus inferior a los acuerdos
Iglesia-Estado
Educación en Libertad también denuncia que en el Bachillerato, los
borradores de los decretos educativos “dejan a la Religión y Moral Católica en
un estatus de inferioridad que nada tiene que ver con que sea una asignatura
equiparable a “materia fundamental”, como recogen los acuerdos entre la Iglesia
y el Estado Español.
Así, el alumno que la elija tendrá una hora lectiva más que el
resto de compañeros y, probablemente, será a primera o última hora del horario
lectivo, como ha sucedido en ocasiones anteriores, lo que supone “un motivo de
discriminación” ya que estos alumnos deberán acudir a los centros educativos
antes o marcharse después que sus compañeros.
Los obispados y el resto de organizaciones por la libertad
educativa enfatizan que los “presupuestos
ideológicos personales o de gobernantes no pueden estar por encima del derecho
de los padres a la educación integral de sus hijos”.