El Santo Padre recibió en audiencia a la Federación de las Asociaciones de Familias Católicas en Europa, a quienes agradeció por la acogida a los refugiados ucranianos, por el compromiso con la paz y el trabajo que realizan
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“Este
encuentro es jubilar: ustedes celebran 25 años, y es bueno celebrar y
agradecer”: este es el mensaje del Papa Francisco durante su discurso a la
Federación de Asociaciones de Familias Católicas en Europa (FAFCE), a cuyos
integrantes recibió al mediodía de este viernes 10 de junio en el Palacio
Apostólico.
“Lamentablemente
en este momento Europa, y diría especialmente las familias en Europa, viven un
momento que, para muchas, es trágico y para todas es dramático a causa de la
guerra en Ucrania”, manifestó el Santo Padre.
“No quieren la guerra”
Francisco
les aseguró que adhiere a la declaración del Consejo de la Presidencia de la
FAFCE, cuando el 6 de mayo de 2022 expresaron: “Madres y padres, más allá de
sus nacionalidades, no quieren la guerra. La familia es la escuela de la paz”.
Luego, comentó: “Las familias y las redes de familias estuvieron y están en la
primera línea de acogida de los refugiados, especialmente en Lituania, Polonia
y Hungría”.
Las familias y el Sínodo
El
Pontífice resaltó el compromiso cotidiano de FAFCE por las familias. Les dijo:
“Ustedes prestan un doble servicio: llevan su voz a las instituciones europeas
y trabajan para formar redes familiares en toda Europa. Esta misión está en
plena consonancia con el camino sinodal que estamos viviendo, para que la
Iglesia sea más una familia de familias”.
El
Papa les agradeció por el seminario que organizaron en colaboración con el
Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, centrado en brindar
testimonio sobre la belleza de la familia.
Francisco y su llamamiento a favorecer la natalidad
El
Santo Padre reiteró la exhortación que les dirigió hace cinco años, el 1° de
junio de 2017, a continuar el trabajo para favorecer la natalidad y la
consolidación de redes de familias. “Es un servicio valioso, porque se
necesitan lugares, encuentros, comunidades en los que las parejas y las
familias se sientan acogidas, acompañadas, nunca solas. Es urgente que las
Iglesias locales, en Europa y fuera de ella, se abran a la acción de los laicos
y de las familias que acompañan a las familias”, afirmó Francisco.
“Hoy
vivimos no solo una época de cambios, sino un cambio de época. Su trabajo tiene
lugar en este cambio, que a veces puede provocar el riesgo de desánimo. Pero,
con la gracia de Dios, estamos llamados a trabajar con esperanza y confianza,
en comunión efectiva con la Iglesia”.
El
Papa recordó el Memorándum de Entendimiento firmado el año pasado por la FAFCE
con el Consejo de Conferencias Episcopales Europeas y para la cooperación con
la Comisión de las Conferencias Episcopales de la Unión Europea, “en cuyas
oficinas, dijo, se encuentra su Secretaría General en Bruselas”.
El desafío de enfrentar el consumismo y el
individualismo
Además,
como nos recuerda una de sus recientes resoluciones, "tener hijos nunca
debe considerarse una falta de responsabilidad hacia la creación o sus recursos
naturales". El concepto de "huella ecológica" no puede aplicarse
a los niños, ya que son un recurso indispensable para el futuro. Por el
contrario, hay que abordar el consumismo y el individualismo, mirando a las
familias como el mejor ejemplo de optimización de recursos" (FAFCE,
Familias por un Desarrollo Integral y Sostenible, 26 de octubre de 2021).
La pornografía, amenaza para la salud pública
A
continuación, el Santo Padre se refirió a la necesidad de denunciar “la lacra
de la pornografía”, ahora difundida por todas partes a través de la web, “como
un ataque permanente a la dignidad de hombres y mujeres”.
El
Papa explicó que no se trata solo de proteger a los niños -una tarea urgente
para las autoridades y para todos nosotros-, sino también de declarar la
pornografía como amenaza para la salud pública.
Francisco
retomó sus palabras en el discurso a los participantes en el congreso “La
dignidad del menor en el mundo digital”, cuando dijo que “sería un grave engaño
pensar que una sociedad en la que el consumo anómalo de sexo en la red se
extiende entre los adultos será capaz de proteger eficazmente a los menores”.
De
acuerdo con el Santo Padre, “las redes familiares, en colaboración con las
escuelas y las comunidades locales, son fundamentales para prevenir y combatir
esta lacra, curando las heridas de quienes se encuentran en la vorágine de la
adicción”.
Los vientres de alquiler
“La
dignidad de hombres y mujeres también se ve amenazada por la práctica inhumana
y cada vez más extendida de los “vientres de alquiler”, en la que se explota a
las mujeres, casi siempre pobres, y se trata a los niños como mercancía”.
La FAFCE, el testimonio de unidad y el trabajo por la
paz
Francisco
agradeció que, en los últimos cinco años, la FAFCE acogiera en su seno a diez
nuevas organizaciones familiares y a cuatro nuevos países europeos, entre ellos
Ucrania.
“La pandemia de la soledad”
Por
último, el Pontífice reflexionó sobre la pandemia de la soledad:
“Si
muchas familias se han redescubierto como Iglesias domésticas, también es
cierto que demasiadas familias han experimentado la soledad, y su relación con
los Sacramentos se ha convertido a menudo en algo meramente virtual. Las redes
familiares son un antídoto contra la soledad. De hecho, por su propia
naturaleza, están llamados a no dejar a nadie atrás, en comunión con los
pastores y las Iglesias locales”.
La soledad, la enfermedad más grave de este tiempo
Nuestro
colega Felipe Herrera-Espaliat, de la redacción central de Vatican News,
dialogó con el presidente de la FAFCE, Vincenzo Bassi, quien declaró que el
desafío más grande es intentar crear redes de familias que puedan ayudar a
superar problemas que se pueden enfrentar más fácilmente estando juntos unos
con otros.
Sebastián
Sansón Ferrari - Ciudad del Vaticano
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