¿Malas hierbas?
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Dominicas de Lerma |
Hola, buenos
días, hoy Israel nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Ayer salí toda
la tarde a la huerta para trabajar una parte ajardinada que tenemos. Comencé
por pasar la cortacésped.
Después quería
plantar algunas flores y unos arbolitos frutales, así que determiné los
distintos sitios donde quería poner cada cosa y, con la azada en la mano, me
dispuse a cavar.
Pero hubo algo
que me impresionó mucho. Al hincar la azada en la tierra, me di cuenta de que,
en las zonas donde había malas hierbas, la raíces de estas habían dejado la
tierra muy mullida, y la habían conservado húmeda desde las últimas lluvias.
Por eso se me hacía muy fácil tirar de ellas y sacarlas de raíz. Sin embargo,
en la zona donde no había hierbas el terreno estaba seco completamente, y duro
como una piedra.
Parecía como si
las hierbas hubieran preparado el terreno para poder sembrar ahora la buena
semilla.
En nuestro
interior habitan también muchas “hierbas”, de estas que crecen de forma
silvestre. Son nuestras pobrezas, y la debilidad que es propia del ser humano.
Muchas veces nos vemos luchando contra ellas, como queriendo dejar el terreno
sin nada, e incluso hay veces que, para no sufrir, preferimos hasta dejar de
sentir, dejando el terreno seco y duro como una piedra.
Aquello me
enseñó que no tengo que ser yo la que luche contra mi debilidad, sino que esa
condición me pone en mi lugar y me impulsa a dejar que entre en mi interior ‘el
Hortelano’, para que sea Él quien arranque de raíz lo silvestre y prepare la
tierra para sembrar Su buena semilla.
Así que,
mientras le voy dejando trabajar a Él, prefiero ser ese terreno “un poco
verde”, aunque sea lleno de hierbas, pero blando y mullido, que aquel otro
inerte y seco con apariencia de perfecto.
Hoy el reto del
amor es dejar tu vida en manos de Cristo. Da paso en tu interior a Quien
verdaderamente lo llena todo de Vida. Solo Cristo sabe valerse de nuestra
debilidad para plantar la Buena semilla que dé fruto abundante.
VIVE DE CRISTO
¡Feliz día!
10 mayo 2022
Fuente:
Dominicas de Lerma