Este sábado se celebra la festividad de San José y, por ese motivo, el viernes 18 de marzo se estrena en los cines de España “Corazón de padre”, un documental que muestra la figura del custodio de la Sagrada Familia de una forma distinta a la que se había hecho hasta ahora.
Dominio público |
“Si me llegan a decir hace cuatro años que estoy hablando de esto,
no me lo habría creído”; así de sincero se mostró Xavier Bartomeu, artista
español y uno de los protagonistas de esta película en una entrevista con ACI
Prensa.
Un amigo silencioso
Desde que era joven, Xavier supo que quería ser artista, y hoy
asegura que la mejor obra de arte que ha hecho es “ser capaz de poder seguir
pintando”.
Aunque creía en Dios y respetaba la idea de que era “parte de una
creación”, siempre llevó una vida libertina y se dejó llevar por el ambiente
que había dentro del mundo del arte. Hasta hace pocos años, cuando un encargo
un tanto peculiar cambió su vida para siempre.
“Me encargaron hacer una escultura de San José a tamaño real para
una iglesia de Barcelona", cuenta Xavier a ACI Prensa. Al principio,
aceptó el pedido solamente por el dinero, pero pronto se dio cuenta que esa
escultura se convertiría en la obra más importante de su carrera.
"Empecé a investigar sobre la vida de San José y fue cuando se abrió una
puerta a la fe, tuve una reconversión. Cuando haces una creación, lo ves
crecer, ves su mano, su oreja...dejan de ser obras tuyas y pasan a ser la
identidad de alguien", explica Xavier, todavía emocionado.
Él encontró en San José a “un amigo silencioso” que le esperaba
todos los días en el taller. “Encendía la luz y ahí estaba él, esperándome en
la penumbra. Tenía paciencia y esperaba a que llegara. Y después de trabajar
todo el día le daba un abrazo de despedida cuando me iba a casa. Él entró como
una caricia, como un susurro, y poco a poco me di cuenta que volvía a ser
feliz”.
“Tuve una reconversión, vi que era algo importante. Comencé a
plantearme otras cosas en mi vida, me di cuenta que lo que hacía no era para mi
y que representaba algo mucho más trascendente...no era algo decorativo, sino
que te tocaba el alma. Era una escultura a la que la gente iba a rezar, vi que
era algo más serio y así fue mi vuelta a la conversión".
El protagonista “menos protagonista”
Antes de comenzar a crear la escultura, el artista tuvo que
investigar la figura de San José y se dio cuenta que la imagen del santo
mostrada a lo largo de la historia, en su mayoría representada como un hombre
de avanzada edad, se
alejaba mucho de la realidad.
"Me di cuenta que debía ser un hombre recio, fuerte, de unos
30 años. Era un personaje seguro de sí mismo, amable y muy determinante en
hacer lo que tenía que hacer", señala Xavier.
"San José no habla en la Biblia, pero sin él no hay Sagrada
Familia. Es como si fuera el protagonista de una película muda, una figura muy
trascendente y la Sagrada Familia solo funciona porque están los tres",
dice a continuación.
“Para conocer el silencio -continúa Xavier-, debes antes conocer
el ruido. Todos tienen protagonismo en la Biblia, pero él actúa a través de su
silencio. Es el
protagonista menos protagonista y la gente tiene que verlo
como esa persona que está segura de sí misma y que no duda en aceptar a la
Virgen. Ahora lo vemos muy normal pero en aquella época eso era
tremendo".
En esta línea, el artista defiende que San José aceptó todo
"por el bien de Dios" y asegura que con su ejemplo nos enseña
"humildad y confianza ciega”, alguien que se puede convertir en una ayuda
para todos en cualquier momento de crisis.
"Es humilde por naturaleza, no necesita focos, cámaras ni guión.
Está ahí. Y si quieres, lo verás. Él
me esperaba todos los días en la penumbra de mi taller,
era paciente y esperaba a que llegara".
Ser parte de un plan
Xavier explica que desde que decidió hacer un cambio en su vida a
raíz de su vuelta a la fe, nota cierta serenidad y menos dificultades
emocionales y personales. "Me
he dado cuenta que soy parte de un plan, que estaba ahí desde
el principio. Lo noto, y soy consciente de ello y eso me hace ser responsable
ante la vida".
"He perdido el miedo y la tristeza que tenía antes y esto me
ha ayudado a ver que soy un instrumento mayor y que puedo ayudar a las
personas", subraya el artista, que desde que realizó la escultura de San
José se dedica sobre todo a hacer obras de carácter religioso. "Ahora soy
felíz, y eso me lo ha dado la figura de San José".
Desde que volvió a Dios, Xavier ha podido llenar el vacío que
muchas veces ha sentido a lo largo de los años. "Cuando hacía una
exposición, luego la gente se iba y me quedaba sólo. Y yo pensaba...¿eso es
todo? Había dedicado toda mi vida al arte para que luego todo pasara en unos
minutos".
"Ahora, al trabajar en obras sacras me doy cuenta que tengo
un propósito. Todavía no sé exactamente cuál es, pero sé que está ahí",
defendió. "Hasta la
obra más laica la veo trascendente. A todo le doy una
importancia, un significado. Necesito que mis obras aporten algo más, que sean
algo más que un elemento decorativo".
Xavier también asegura que sus amigos han visto en él un cambio
por el que sienten cierta curiosidad. "Sigo siendo el mismo pero ven en mi
un cambio, me ven más motivado. La vida que me da el hecho de ser cristiano les
tiene bien intrigados", dice sin poder evitar una sonrisa.
“El gran castigo es estar alejado de Dios. Estar alejado te genera
un frío emocional muy grande...esto no significa que tenga mis malos momentos,
pero siempre hay una luz, una linternita. Antes también estaba, pero yo no
quería verla”, asegura.
Respecto a qué consejo le daría a aquellos que no encuentran a
Dios y tienen esa tristeza en su interior, explicó que “la única manera de que
algo no esté vacío es llenándolo, y muchas veces ese vacío se intenta llenar de
otras cosas sin importancia, pero eso es llenar el aire con aire”.
“Busca,
dirígete a una explicación, porque si es bien intencionada siempre te acabará
llevando a Dios”, aseguró. “Yo empecé a ayudar a los pobres,
colaboraba con las Hermanitas de los Pobres y fui poco a poco llenando ese
vacío y fue cuando me di cuenta que había cosas más importantes. Animaría por
ello a dar ese primer paso, y cada paso llevará al siguiente”.
Sin miedo a ser católico
Xavier asegura que su aparición en la película “Corazón de Padre”
fue un plan que había trazado Dios: “Llegué de rebote y de pura casualidad.
Llamé a un amigo una tarde de un sábado porque me aburría y me pidió que le
acompañara a que le hicieran una entrevista para el documental”.
“Mi amigo me presentó, y me senté y me puse a hablar y a contar mi
historia. Me volvieron a llamar y ahora aquí estoy. Todo comenzó una tarde de
sábado corriente. Está
claro que Dios quería que así fuera y eso me hace pensar
en la famosa frase ‘si quieres hacer reír a Dios, cuéntale tus planes’”.
Por último, el artista español cuenta que ahora va a la iglesia
donde se encuentra la escultura de San José y que gracias a haber participado
en la película, ya no tiene miedo a decir que es católico.
“Antes lo era, pero no lo decía. Ahora va a salir en el cine y lo
digo con orgullo. Hay diferentes maneras de creer a Dios y yo ahora me siento
orgulloso de hacerlo”.
POR ALMUDENA MARTÍNEZ-BORDIÚ
Fuente: ACI