Curiosamente estropeado
Dominicos de Lerma |
Hola, buenos
días, hoy Sión nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
El otro día
estaba en la cocina. Cuando terminé de limpiar las zanahorias, recogí todos los
restos de la mesa con las manos y me fui muy decidida al cubo de la basura.
Presioné el pedal… ¡¡pero la tapa no se abrió!!
-¡¡No me lo
puedo creer!! -exclamé- ¿Ya se ha estropeado?
Por más que
daba con el pie al pedal, la tapa no se movía lo más mínimo…. hasta que, de
pronto, sentí que el pedal cedía un poquito… ¡uy, eso era muy extraño! Me
agaché y… ¡casi muero de la risa!
Resulta que una
pequeña zanahoria había rodado de la mesa ¡y se había metido debajo del pedal!
Claro, a fuerza de darle con el pie, la estaba haciendo puré y “arreglando” el
cubo…
Aquello me hizo
orar mucho. Mi primera reacción fue pensar que la papelera estaba estropeada,
que había que tirarla y conseguir otra. En ningún momento se me pasó por la
cabeza que solo estuviese atascada...
Me faltó
paciencia… ¡¡pero afortunadamente el Señor tiene paciencia de sobra!!
Lo cierto es
que los discípulos eran unos expertos… ¡en meter la pata! Obsesionados con ser
“el mayor”, lograr los primeros puestos en el Reino… no se enteraban de mucho,
y, llegado el momento crucial, ¡¡abandonaron al Maestro!! Durante la Pasión,
¡se dieron a la fuga!
Lo propio
habría sido pensar que “estos tipos no funcionan, están estropeados… mejor
cambiarlos por otros”.
Pero no. El
Señor, cuando les llamó, ¡les amó! Él está convencido de que no estamos
“estropeados”, sino solo “atascados”. Y, por eso, vemos que el Resucitado
vuelve a buscarles, se sienta a comer con ellos, ¡se agacha a su lado para
“desatascarles”!
Su amor por ti
no cambia. Él no deja a nadie tirado en la cuneta, no cambia sus promesas, no
se desdice de su elección.
Pase lo que
pase, ¡podemos descansar en su fidelidad! Él siempre permanece a nuestro lado,
apostando por nosotros. Con su amor, tu pedal volverá a moverse, ¡y mejor que
antes!
Hoy el reto del
amor es confiar. Es posible que, en esa persona que tienes cerca, o incluso
dentro de ti, encuentres cosas que te hacen exclamar: “¡Estropeado!”. Te invito
a que hoy des la mano a Cristo para poder decir: “Solo está atascado”. Deja que
Él te regale una mirada bondadosa hacia los demás y hacia ti mismo y regala
unos minutos a quien te necesite: ¡escuchar es una de las maneras más eficaces
de desatascar! ¡Feliz día!
VIVE DE CRISTO
¡Feliz día!
06 febrero 2022
Fuente:
Dominicas de Lerma