Circunstancias
Dominicas de Lerma |
Hola, buenos
días, hoy Israel nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
Hacía mucho tiempo
que no me detenía un rato a mirar pasar las nubes. Hacía un día muy bonito,
soleado, y, al parecer, por aquellas alturas hacía viento, porque estas se
movían rápido. Unas pasaban, otras venían, alguna gota por aquí, lluvias
torrenciales a lo lejos…
Me dio para
orar un rato mirando aquel paisaje. Y el Señor me fue mostrando que las nubes
son algo demasiado circunstancial: van y vienen, pasan y ya no vuelven,
volverán otras, pero ya no son las mismas… pero lo que no es circunstancial es
el sol, ni la tierra.
Y de alguna
manera veía claro que el Sol es Él, que siempre está ahí, iluminando, llenando
de calor cada jornada, dando vida a todo… Y la tierra somos cada uno de
nosotros.
Y esta es la
realidad, que en nuestra vida muchas de las cosas que nos suceden son
simplemente circunstanciales, suceden en un momento dado y pasan. Por ello, las
circunstancias no son lo importante.
Lo importante
es qué provocan en nosotros esas circunstancias: puede que vengan como una
tormenta, con rayos, truenos… y lo que estemos es deseando que se pase… Puede
que sea como un viento que se lleva las nubes y ya no existen, y han pasado por
ahí sin dejar huella… o puede que las dejemos ser como una nube que deja caer
su agua para empapar nuestra tierra. En ese caso dejaríamos a su vez que el
sol, siempre presente, haga su trabajo, que hiciese brotar la tierra, abrirse a
la nueva vida…
Las
circunstancias pasan, sí, pero realmente cada acontecimiento en nuestra vida
tiene algo que mostrarnos. De todo se vale el Señor para hacernos crecer, para
llevarnos más a Él.
Hoy el reto del
amor es no dejar que las circunstancias pasen sin abrirte a lo que el Señor te
quiera enseñar. Hoy sé como esa tierra abierta a Su Gracia… ¡Él lo hará
germinar!
VIVE DE CRISTO
¡Feliz día!
11 enero 2022
Fuente:
Dominicas de Lerma