Manuel Dueñas, vicerrector de un seminario en Newark, logró bajar de las tres horas
El padre Dueñas, actualmente vicerrector del Seminario Redemptoris Mater de Newark (EEUU) / Fotos: Jersey Catholic |
“He competido en la noble competición, he llegado a la meta en la carrera, he conservado la fe.
Y desde ahora me aguarda la corona de la justicia que Aquel día me entregará el
Señor, el justo Juez”. A buen seguro que este pequeño fragmento de la segunda
carta de San Pablo a Timoteo tiene un significado aún más especial para el sacerdote español Manuel Dueñas.
Este sacerdote natural es natural de Burgos pero actualmente es el
vicerrector del Seminario Redemptoris Mater,
vinculado al Camino
Neocatecumenal, de la archidiócesis de Newark, donde está incardinado.
Su nombre ha aparecido en numerosos medios de comunicación
católicos de Estados Unidos después de que el pasado 7 de noviembre participara
en el popular maratón de Nueva York y lograse batir su mejor marca tras
conseguir bajar de las tres horas. Concretamente consiguió un tiempo de 2 horas, 55 minutos y 55
segundos.
Tal y como recoge el Jersey Catholic,
el padre Dueñas fue uno de los 33.000 participantes en este regreso de este
popular maratón. Antes de salir su gran objetivo era el que finalmente logró, y
para el que se estuvo
preparando en sus escasos ratos libres durante las últimas 16 semanas.
Este sacerdote no empezó de la nada sino que siempre ha estado muy
vinculado al mundo del deporte, incluso antes de que se concretase su vocación
religiosa. Tiene 40 años y
lleva desde los 16 vinculado al atletismo. Compitió en equipos de pista en
la escuela secundaria y luego más tarde en la universidad.
“Quizás al principio fui demasiado rápido y lo pagué al final”,
dijo después el padre Manuel. “Pero en general, estoy muy satisfecho con la
carrera y la experiencia. La carrera fue muy bonita. Fue tan duro como cualquier maratón, pero fue muy hermoso.
He experimentado en mi vida que siempre rindes mejor el día de la carrera. Muy
a menudo mejor de lo esperado".
El clima era magnífico y los simpatizantes llenaron las calles de
la ciudad. Entre los reunidos se encontraban exfeligreses de la iglesia de San Juan Evangelista en
Bergenfield, donde el padre Manuel se desempeñó como vicario parroquial.
“Fue amable de su parte venir”, dijo. “Era un ambiente muy hermoso en las calles. Ya estoy
deseando que llegue el próximo maratón".
La carrera del domingo fue la cuarta maratón del padre Manuel. Otros incluyen el maratón
de Atlantic City, el maratón de Nueva Jersey en Long Branch y el maratón del
Día de los Caídos en Massachusetts en 2013. También compitió en medios
maratones, incluido el medio maratón de la ciudad de Nueva York en 2019, donde
se clasificó para la carrera del domingo.
El padre Manuel, perteneciente al Camino Neocatecumenal, cuenta
que al igual que San Pablo hace en su carta él también hace paralelismos entre
las carreras y su vida de fe. “Me
gusta la posibilidad de que tengas que esforzarte más para mejorar después de
cada carrera”, explica este sacerdote.
Una de las cosas en las que el sacerdote estaba pensando en un
entrenamiento reciente era cómo correr simboliza vivir la vida cristiana. Hay muchos
paralelismos con esto, dijo, especialmente cuando se trata de correr un
maratón.
“La vida de un cristiano también es básicamente como una carrera”,
explicó el padre Manuel. “Somos peregrinos en esta tierra y hay un destino. Hay una meta. Y la corona es el
cielo. Ser cristiano no es algo que se logra de una vez por todas. Es un
desafío diario. Todos los días tenemos que convertirnos", afirma
convencido el religioso español.
“Creo que es emocionante porque corres con otras personas y hay otras personas que te apoyan
mientras avanzas”, continuó el padre Manuel al explicar la metáfora.
“Ésta es una hermosa imagen de la comunidad cristiana de la
Iglesia. Es muy difícil vivir la fe solo. Hay momentos en los que te sientes más
cómodo y parece más fácil, y hay momentos en los que luchas. Tenemos una comunidad de fe que de
alguna manera nos ayuda, nos apoya, nos anima y ora por nosotros. Y de
alguna manera, todo se vuelve más fácil”, concluyó este castellano residente en
Newark.
J.L.
Fuente: ReL