ESTUDIANTE CATÓLICO FUE SUSPENDIDO POR DECIR QUE SOLO HAY DOS GÉNEROS

Un adolescente católico que fue suspendido por afirmar que solo hay dos géneros ha presentado una demanda contra su distrito escolar público de New Hampshire (Estados Unidos)

Aciprensa

La demanda, presentada el 4 de noviembre, señala que la suspensión del adolescente de un partido de fútbol en septiembre violó el derecho constitucional a la libertad de expresión, así como la Declaración de Derechos de New Hampshire, informó The Portsmouth Herald.

El adolescente, identificado solo como M.P., es un estudiante de primer año en Exeter High School, una escuela secundaria pública en Exeter, New Hampshire.

La demanda, presentada en el Tribunal Superior de Rockingham a través de un abogado de la organización cristiana Cornerstone, describió a M.P. como “un católico creyente que se aferra a la doctrina cristiana que muestra que Dios creó a los seres humanos, hombres y mujeres”.

Además, citó el documento “Hombre y Mujer los Creó”, publicado en 2019 por la Congregación para la Educación Católica del Vaticano, y señaló que “las enseñanzas formales de la Iglesia Católica rechazan explícitamente todos los ‘intentos de negar la dualidad hombre-mujer de la naturaleza humana’”.

La demanda cuestionó la política del distrito escolar “Estudiantes transgénero y no conformes con su género”, que establece que “un estudiante tiene derecho a que se le llame con un nombre y pronombre que corresponda a la identidad de género del estudiante”.

Cornerstone indicó que la política penaliza a los alumnos que, por convicción religiosa, se niegan a dirigirse a los estudiantes por sus pronombres de género preferidos, en lugar de los pronombres correspondientes a su sexo biológico.

“La negativa intencional o persistente de respetar la identidad de género de un estudiante (por ejemplo, referirse intencionalmente al estudiante por un nombre o pronombre que no corresponde a la identidad de género del estudiante) es una violación de esta política”, agrega la política del distrito escolar.

La demanda se remonta a una clase de español el 9 de septiembre en la que un maestro pidió a los estudiantes que se presentaran. Según los informes, un alumno expresó su preferencia porque se le llamara “ellos”.

M.P. no tuvo interacción con el estudiante, dice la demanda, pero habló con dos amigos en un autobús escolar sobre el uso de pronombres en tercera persona en español.

La demanda afirma que una estudiante escuchó la conversación e intervino: “¡Hay más de dos géneros!”.

Según los informes, M.P. respondió: “No, no lo hay: solo hay dos géneros”, y posteriormente recibió un mensaje de texto de la estudiante que buscaba continuar la discusión.

“Los dos luego tuvieron un polémico intercambio de mensajes de texto sobre el tema” que ocurrió “fuera del horario escolar y fuera de la escuela”, señaló la demanda.

Los mensajes de texto fueron entregados a la administración de la escuela y culminó con la suspensión de M.P.

El superintendente de Exeter, David Ryan, señaló que estaba al tanto de la demanda que busca daños nominales y una orden judicial que prohíba al distrito escolar aplicar la política “para penalizar, mediante suspensión atlética u otros medios, la mera expresión de la creencia de que solo hay dos géneros”.

“Estamos en el proceso de revisar esta queja con un asesor legal y podremos compartir una declaración una vez que hayamos completado esa revisión”, remarcó.

La demanda argumentó que la política del distrito escolar y la cadena de eventos que llevaron a la suspensión no son neutrales hacia la religión.

“En cambio, obligan a M.P. a negar los principios históricos de su fe al afirmar identidades de género no binarias y/o usar términos cargados ideológicamente” como el pronombre “ellos”, dijo.

“Las políticas y acciones de los acusados ​​no favorecen la expresión de creencias sostenidas por decenas de millones de católicos creyentes en los Estados Unidos, así como por innumerables otros cristianos tradicionales, musulmanes y judíos ortodoxos”, agregó.

Traducido y adaptado por Harumi Suzuki. Publicado originalmente en CNA.

Fuente: ACI Prensa