El mismo estudio revela a los ateos y agnóstico como los más infelices e insatisfechos.
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Católicos alegres en una procesión. © Foto: María Langarica |
El cuestionario pide el nivel de satisfacción por la vida familiar, considerando que 0 es insatisfacción completa y 10 completamente satisfecho. Considerando las posiciones 9 y 10 de máxima satisfacción, los católicos practicantes se sitúan en estas dos posiciones, casi un 70%, y prácticamente la mitad ocupan la posición 10.
Para el conjunto de la población
los resultados equivalentes son del 60%, con un 40% de muy satisfechos.
Mientras que, en el grupo de los agnósticos, indiferentes y ateos sólo alcanza
el 55% con un 32% de muy satisfechos.
En relación con la salud, los católicos se declaran completamente satisfechos en un 27%, por un 21% el grupo de los no creyentes e indiferentes, y un 23% en conjunto. En cuanto a la satisfacción por su vida social, el 45,5% de los católicos se sitúan en posición 9-10, por sólo un 38% del conjunto y un 34% de los agnósticos, indiferentes y ateos. Esta tónica se mantiene también en el nivel de vida: el 29% de los católicos se declaran satisfechos con lo que tienen, por un 25% del conjunto y sólo un 22% del grupo de la indiferencia y no creencia.
Sobre la felicidad, los católicos
practicantes se definen como completamente felices el 27% de los católicos, el 16%
del total y sólo el 9% de los agnósticos, indiferentes y ateos. En este caso la
diferencia en esta percepción subjetiva sobre la felicidad entre los
practicantes y los no creyentes e indiferentes es muy grande, ya que la
proporción se sitúa de 3 a 1.
El interrogante de fondo sería si la falta de fe religiosa es la
que determina tan poca felicidad o es que los que son poco felices tienden a no
creer en Dios o manifestarse indiferentes. Se trata del eterno dilema de si es
primero el huevo o la gallina. Si en lugar de considerar sólo la posición 10,
la máxima, observamos las posiciones 9 y 10 entonces los católicos alcanzan el
46% por el 33% del conjunto de la muestra y sólo el 25% del grupo de
increencia.
La radiografía de esta primera valoración sobre la propia vida,
la felicidad, la vida de familia, la salud, las relaciones sociales y el nivel
de vida es bastante clara. Con diferencias muy significativas los que practican
la fe católica están mucho más contentos y felices con su condición que el
resto de la población. Mientras que el grupo de la increencia, sobre el que no
podemos diferenciar entre agnóstico, indiferentes y ateos, es el que presenta
unos peores registros.
Fuente:
ForumLibertas/InfoCatólica