En la Audiencia General de este miércoles 8 de septiembre, el Papa subraya la igualdad en Cristo de todos los cristianos, señalando que todo aquel que acepta a Cristo en la fe se ha "revestido" de Cristo y de su dignidad filial a través del bautismo
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Agencia SIC |
Ayer en la mañana en
el Aula Pablo VI, durante la Audiencia General, el Papa Francisco ha continuado
su catequesis sobre la Carta a los Gálatas. El Pontífice ha insistido sobre la
insistencia del apóstol Pablo a los cristianos para que “no olviden la novedad
de la revelación de Dios que se les ha anunciado”.
El Papa llama
la atención sobre lo que sucede a menudo a los cristianos: “damos por
descontado esta realidad de ser hijos de Dios”, por lo que subraya el llamado
de Pablo: “la fe en Jesucristo nos ha permitido convertirnos realmente en hijos
de Dios y sus herederos”. Por eso, los cristianos debemos recordar con gratitud
el momento de nuestro bautismo "para vivir con mayor conciencia el gran
don que hemos recibido".
Si hoy
preguntara, dice Francisco, "¿Quién de ustedes sabe la fecha de su
bautismo?", no creo que se levantarán muchas manos... Pero es la fecha en
que fuimos salvados, la fecha en que nos convertimos en hijos de Dios. Ahora,
los que no lo sepan, que pregunten a su padrino, madrina, padre, madre, tío,
tía: "¿Cuándo me bautizaron? ¿Cuándo fui bautizado?", y recordar esa
fecha cada año: es la fecha en la que fuimos hechos hijos de Dios. ¿De acuerdo?
¿Lo harás?
Por la fe somos
Hijos de Dios “en Cristo”
Una vez que
"ha llegado la fe" en Jesucristo, señala el Papa, "se ha creado
una condición radicalmente nueva que conduce a la filiación divina."
No se trata de
una filiación que implique a todos los hombres en cuanto hijos del mismo
Creador, sino que la fe nos permite ser hijos de Dios "en Cristo".
Francisco
insiste: Es este “en Cristo” que hace la diferencia. Él se ha convertido en
nuestro hermano, y con su muerte y resurrección nos ha reconciliado con el
Padre. Quien acoge a Cristo en la fe, por el bautismo es “revestido” por Él y
por la dignidad filial (cfr v. 27).
Por el bautismo
participamos del misterio de Jesús
Para Pablo,
dice el Papa, “ser bautizados equivale a participar de forma efectiva y real en
el misterio de Jesús (…) El bautismo, por tanto, no es un mero rito exterior.
Quienes lo reciben son transformados en lo profundo, en el ser más íntimo, y
poseen una vida nueva, precisamente esa que permite dirigirse a Dios e
invocarlo con el nombre “Abbà, padre” (cfr Gal 4,6).
Por el bautismo
son superadas todas las diferencias
Francisco
subraya que Pablo afirma “con gran audacia que la identidad recibida con el bautismo
es una identidad tan nueva que prevalece sobre las diferencias que existen a
nivel étnico-religioso: «ya no hay judío ni griego»; y también a nivel social:
«ni esclavo ni libre; ni hombre ni mujer»”.
"Que Pablo
escribiera a los gálatas que en Cristo no hay ni judío ni griego equivalía a
una auténtica subversión en el ámbito étnico-religioso" explicó el Papa,
porque por el hecho de pertenecer a un pueblo elegido, el judío era
privilegiado sobre el pagano.
Tiempo de la
Creación. El Papa Francisco, el Patriarca Ecuménico de Constantinopla,
Bartolomé I y el Arzobispo de Canterbury, Justin Welby, se unen por primera vez
en un ...
Asimismo, la
eliminación de la distinción entre "libres" y "esclavos"
introducía una perspectiva chocante, ya que, por ley, "los ciudadanos
libres gozaban de todos los derechos, mientras que ni siquiera se reconocía la
dignidad humana de los esclavos". Asimismo, la igualdad en Cristo, que
supera las diferencias sociales entre los dos sexos, "fue revolucionaria
en su momento" y "necesita ser reafirmada aún hoy".
Francisco
señala: Esto también ocurre hoy: hay tantas personas en el mundo, millones de
ellas, que no tienen derecho a comer, no tienen derecho a la educación, no
tienen derecho a trabajar: son los nuevos esclavos, son los que están en las
periferias, que son explotados por todos. Incluso hoy en día existe la
esclavitud: pensemos un poco en esto. Negamos a estas personas la dignidad
humana. Son esclavos.
Refiriéndose a
la igualdad entre hombres y mujeres Francisco afirma: ¡Cuántas veces escuchamos
expresiones que desprecian a las mujeres! Cuántas veces hemos escuchado:
"Pero, no, no hagas nada, [son] cosas de mujeres". Pero mira, los
hombres y las mujeres tienen la misma dignidad, y hay en la historia, incluso
hoy, una esclavitud de las mujeres: las mujeres no tienen las mismas
oportunidades que los hombres. Hay que leer lo que dice Pablo: somos iguales en
Cristo Jesús.
“Toda
distinción se convierte en secundaria respecto a la dignidad de ser hijos de
Dios, el cual con su amor realiza una verdadera y sustancial igualdad”, señala
Francisco.
Llamados a
vivir una vida nueva como Hijos de Dios
El Papa
evidencia que “Es decisivo también para todos nosotros hoy redescubrir la
belleza de ser hijos de Dios” e insiste: “Las diferencias y los contrastes que
crean separación no deberían tener morada en los creyentes en Cristo”.
Francisco
recordando la Constitución Lumen Gentium del Concilio Vaticano II afirma:
“Nuestra vocación es más bien la de hacer concreta y evidente la llamada a la
unidad de todo el género humano”, e insiste nuevamente: “Lo que cuenta es la fe
que obra siguiendo el camino de la unidad indicado por el Espíritu Santo.
Nuestra responsabilidad es caminar decididamente por este camino de la
igualdad, pero de la igualdad que es sostenida, que fue hecha por la redención
de Jesús.
La catequesis
finalizó con un llamado a la memoria: “y no olvides: cuando vuelvas a casa:
"¿Cuándo me bautizaron? ¿Cuándo me bautizaron?", pide tener siempre
presente esa fecha. Y tú también vendrás a celebrarlo cuando llegue la fecha.
Gracias.”
Ciudad del Vaticano
Vatican News