El Cardenal Antonio Cañizares, Arzobispo de Valencia (España), aseguró que “cuando no es respetada adecuadamente la libertad religiosa y de conciencia, no hay democracia
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Imagen referencial. Crédito: Unsplash |
Alguna legislación pretende limitar la objeción de conciencia y
nadie protesta. Y España está siendo atacada en sus raíces más básicas, en su
derecho humano fundamental previo y anterior a cualquier sistema
democrático”.
El Arzobispo de Valencia hizo estas declaraciones durante la
presentación del último Informe de Libertad Religiosa en el Mundo elaborado por
la Fundación Pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN).
En el encuentro, el Cardenal pidió una armonización entre la
libertad de expresión y religiosa según la Doctrina Social de la Iglesia y
destacó que “hay que reconocer la libertad religiosa como base y fundamento de
los derechos fundamentales e inviolables. Debe haber una unidad que vertebre
nuestra sociedad democrática, en favor del bien común y del bien de las
personas”.
“A veces sucede que esa prevalencia de la expresión sobre la
libertad religiosa se torna en ataques contra el cristianismo, la Iglesia, sus
representantes; uno se puede expresar impunemente, pero ¿qué espacio de defensa
se deja a la fe?”, recordó el Cardenal.
El Arzobispo de Valencia también insistió en que “defender la
libertad de expresión como un derecho absoluto es origen de muchos
sufrimientos. Sé que lo que acabo de decir a algunos no le parecerá políticamente
correcto, pero debo decirlo en orden a la verdad, la razón y el bien común:
está siendo fuente de cercenamiento de derechos inviolables como es la libertad
religiosa. No puede prevalecer la libertad de expresión sobre la
religiosa”.
Y puso varios ejemplos que mostraron que “la libertad religiosa
tiene mucho que avanzar en España” en los que recordó el caso “del del diputado
de ERC (Esquerra Republicana de Catalunya) que señaló recientemente en el
Congreso ‘quién puede creer que un pajarraco dejó embarazada a la Virgen María’
y la señora presidenta no le pidió que se retirara. Es un insulto a la libertad
religiosa y nadie tomó ninguna determinación”.
Por eso animó a recordar las palabras de san Juan Pablo II en su
último viaje a España, en el que aseguró que “no podemos arrinconar a la fe
cristiana a la intimidad”.
Por Blanca Ruíz
Fuente: ACI Prensa