Respuesta evangélica
Dominicas de Lerma |
Hola, buenos
días, hoy Sión nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
No te lo vas a
creer… Bueno, la verdad es que no sé si es demasiado pronto para afirmarlo,
pero es que… ¡todo apunta a que es verdad! ¡¡¡Mi bonsai ha sobrevivido!!!
Desde que hice
aquella poda con raíces incluidas, me paso el día mirando a ver si se arruga o
sale adelante. Bueno, pues, desde hace un par de días, he descubierto unas
pequeñas yemas verdes: ¡¡No se secan, y cada vez son más!!
¡Estoy
emocionada! Porque, después de estos años de experiencia, ahora sé que esas
yemas son el primer paso no solo de hojas, ¡sino de ramas nuevas!
Ayer por la
tarde, al contemplarlo, de pronto me di cuenta de la magnífica parabola que
tenía delante.
Podríamos
pensar en la poda como un acto “malo”, que hace sufrir al árbol. Y, sin
embargo, a ese ataque… ¡el bonsai responde floreciendo! O, en palabras de san
Pablo, “no te dejes vences por el mal, vence al mal con el bien” (Rm 12, 21).
Es a lo que
Jesús nos invita… ¡y lo que Él mismo hace! En efecto, a la mayor injusticia, a
mayor pecado, a la mayor traición que pudimos hacerle que fue clavarle en la
cruz, Jesús nos respondió con amor, un amor tan infinito, que es Salvación. Y
así, realmente, el árbol de la cruz se vuelve glorioso… y florece.
¿Hay mayor
prueba de amor que la de alguien que, aunque le traiciones, permanece a tu
lado? Un amor así no solo te hace vivir en confianza: hace desear que tu
corazón crezca para responder, aunque solo sea un poquito, a un amor que se da
del todo…
Hoy el reto del
amor es, en cualquier circunstancia, ¡florecer! Si el Señor te regala un día
“luminoso”, ¡deja que el árbol de tu corazón extienda sus hojas! ¡Disfruta! Y,
si, en cambio, sientes que algo o alguien “corta tus ramas”, no respondas al
mal con el mal… Mira a Cristo, apuesta por amar. Es cuestión de tiempo, ¡pero
el amor nunca deja de dar frutos! ¡Espera y verás! ¡Feliz día!
VIVE DE CRISTO
¡Feliz día!
Fuente:
Dominicas de Lerma