De reforma
Dominicas de Lerma |
¡¡Ya hemos
terminado nuestros Ejercicios Espirituales!! Son días especiales para estar con
el Señor, para orar, ¡para disfrutar de Él! Y, ahora llega el momento de volver
a la vida normal... ¡y he planeado algo muy especial para el “aterrizaje”!
¿Sabes qué
quiero hacer? ¡¡Decorar mi celda!!
Después de
estos meses de estudios, mis libros campan a sus anchas por cualquier rincón...
Ciertamente, en este tiempo mi celda ha sido muy funcional, ¡pero tengo
muchísimas ganas de darle un toque artístico!
Claro que
tampoco sabía si al Señor le parecería bien que emplease en esto los primeros
días después de los Ejercicios... En la oración le pregunté y, al poco, me vino
aquella recomendación de tantos santos: “La habitación es reflejo del alma...
una celda limpia y ordenada es fuente de paz, descanso para el espíritu”.
Resulta que
muchos maestros de oración opinan que, para cultivar el espíritu, ¡lo primero
que hay que hacer es poner orden en tu cuarto!
Así pues, me
parece que el Señor está de acuerdo... ¡¡y yo estoy ilusionadísima!!
De pronto, he
descubierto que esto es una parábola de lo que son los Ejercicios Espirituales.
En el día a día, apostamos por ser eficaces, vamos a lo práctico... Pero, en el
tiempo de retiro, llega la hora de parar, de entrar en tu interior para dejar
que vuelva a llenarse de color, ¡es momento de disfrutar!
En el
Evangelio, leemos que Jesús escogió a los doce para enviarlos a predicar, sí;
¡pero dice algo muy importante antes! “Para que estuvieran con Él” (Mc 3, 14).
Antes de cualquier cosa que podamos hacer, ¡Cristo quiere que estemos a Su
lado! Dejar que Él haga en nosotros, disfrutar de Él, ¡es nuestra primera
misión!
Por ello,
quiero que ahora mi labor de decoradora sea un reflejo exterior de la labor del
Gran Decorador, ¡que llena todo el corazón de luz y color!
Hoy el reto del
amor es que pongas un detalle que te guste en tu casa, ¡pon un punto de
decoración, aunque solo sea poniendo la mesa de forma especial! Porque el amor
no se demuestra en la eficacia... ¡sino en el detalle que lleva a disfrutar! Y
Cristo hoy ha puesto tantos detalles para ti... Pídele ojos para descubrirlos,
¡y disfruta! ¡Feliz día!
VIVE DE CRISTO
¡Feliz día!
Fuente:
Dominicas de Lerma