Las boquillas rusas
Dominicas de Lerma |
El otro día
pude probar unas boquillas rusas que me han regalado. La verdad es que me
impresionó lo que se podía hacer con ellas. Se utilizan con una manga
pastelera, pero las boquillas se van cambiando según la forma que quieras
hacer.
En la manga
puedes poner distintos productos, siempre que sean de tacto blando y estén bien
amasados. Después, eliges la boquilla, empujas por detrás y salen unas
magníficas figuras. Desde una hoja hasta una rosa… cantidad de figuras
diferentes. Pero lo que realmente me llamó la atención es la textura de la
masa: si no estaba blanda y bien amasada, no salía.
Esto me llevo a
pensar: el Señor nos ha regalado muchos dones, diferentes boquillas, pero, si
no damos con la masa, esos dones no acaban de dar fruto. Jesús nos lo dice en
la parábola: nos ha dado a cada uno unos talentos para que demos fruto.
Pero le
pregunto al Señor: ¿Cómo usar esos dones para que den fruto y salgan preciosas
flores y decoraciones? El Señor nos los da para que los compartamos y así no
queden enterrados, para que no nos quedemos con ellos. ¿Te ha dado el don de
cantar?, que sea para que otros puedan orar; ¿el don de pintar?, que por la
pintura lleguen a la belleza de Dios; ¿el don de organizar?, que sea siempre
para servir… Los dones no son para nosotros ni para nuestro egoísmo, sino para
los demás.
Debemos vivir
los dones en acción de gracias al Señor. Todo se te ha dado y, por ello, todo
es para darlo. Vivir desde el don es el camino de la felicidad, porque vives en
tu realidad de criatura y, a la vez, vives en la confianza de que Cristo te ama
y está contigo para cuidarte en cada momento.
Nuestra
felicidad depende del uso de los dones, de cómo esté tu masa, si dura o blanda,
porque las boquillas están preparadas para hacer unas bellas flores.
Hoy el reto del
amor es poner un don que tengas al servicio de los demás. Si sabes cocinar,
hacer una buena comida; si sabes cantar, con tu canto llévales al Señor.
Después, párate un momento con el Señor y agradécele tus dones.
VIVE DE CRISTO
¡Feliz día!
Fuente:
Dominicas de Lerma