¡Tu rostro buscaré, Señor!
Dominicas de Lerma |
Estamos en los
Ejercicios Espirituales anuales y nos los imparte un padre dominico.
Curiosamente, no nos está hablando de un santo de la Orden, sino de un Doctor
de la Iglesia, San Juan de Ávila, el patrono del clero en España.
Toda una figura
que merece la pena, en estos ocho días, la profundización en su vida y
magisterio y en su parecido, en muchos puntos, con los tiempos que le tocó
vivir y los actuales...
Las charlas son
“on line” y el resto del tiempo en soledad y silencio, para que cada una se
deje trabajar por el Espíritu Santo, que no quiere otra cosa sino unirnos más y
más con Cristo...
Y se me venía
en estos días, con insistencia, la imagen de “una alcachofa”...
Diréis: “¿Y qué
tiene que ver esta con vuestro retiro?”... Pues el Señor, en la oración, parece
que me hacía ver que los santos en la Iglesia y el Misterio de Cristo, se
pueden explicar muy bien con la imagen de una alcachofa...
Esta verdura
tiene muchas hojas que arropan apretadamente un núcleo, el centro, lo que
llamaríamos “el corazón”... Estos días, las cogimos de la huerta y la
procuradora nos las coció y enteras, con aceite de oliva, nos las puso como acompañante,
en la comida...
A mí me gusta
mucho su sabor porque es especial y ninguno se le asemeja... Yo la iba
deshojando y comiendo un poco de cada hoja, porque el resto está duro y se
tira... Pero según me iba acercando al cogollo, las hojas saben mejor, y llegar
al centro es degustar el manjar exquisito del corazón.
“Así es también
Cristo”: le rodean muchos santos que saben “un poco” a Cristo, pero no le
agotan… Y, cuanto más se acercan a su Vida y a su Palabra, “más saben a Cristo”
pero, como digo, no lo agotan, son “un poco” tan solo de Él…
Leer a los
santos, estudiarlos, imitarlos, está muy bien, pero el alma se queda siempre
con hambre de más, como lo dijo muy bellamente nuestro San Juan de la Cruz en
una estrofa del Cántico Espiritual:
Eso es, todos
estos “buenos de Jesús”, de alguna manera, “lo balbucean”; y nos dejan “un no
sé qué”, que mucho “nos llagan”, para buscar en Él solo, todo lo que anhela
nuestra alma... Ya lo dijo San Pablo a los fieles de Colosas:
“Porque en
Cristo se encuentran escondidos todos los tesoros de la Sabiduría y de la
Ciencia de Dios” (Col 2,3).
¡Es en Él donde
culminan, estos días de retiro!… ¡En un deseo cada vez mayor de unirnos a su
Palabra, donde está su mismo Corazón!...
Hoy el reto del
amor es, en el descanso de las vacaciones, tomarte ratos para buscar a Cristo,
escondido en tu interior.
VIVE DE CRISTO
¡Feliz día!
Fuente:
Dominicas de Lerma