Álvaro Marín se incorpora al clero diocesano al recibir el sacramento del Orden en una emotiva ceremonia en la Catedral
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Postrado ante el obispo, Álvaro Marín escucha la letanía de los santos del ritual de ordenación. / M.G. |
Casi once años
después, la diócesis se vistió de gala para recibir en su seno a Álvaro
Marín Molinera, que desde ayer forma parte de la nómina de
sacerdotes de la provincia, a la que aportará savia nueva para un colectivo
envejecido y cargado de trabajo.
El
joven de 27 años recibió el sacramento del Orden Sacerdotal en una
emotiva ceremonia celebrada en el altar mayor de la Santa
Iglesia Catedral, y presidida por el obispo César
Franco; en la que estuvo acompañado por una amplia
representación de los sacerdotes de la provincia, así como diáconos y
seminaristas procedentes de varios puntos de la región, familiares y amigos que
compartieron con él la emoción del inicio de su trayectoria pastoral.
En
un ritual cargado de simbología, enmarcado en la solemne celebración de la Eucaristía,
Marín fue presentado ante el Obispo para constatar la
elección del ordenado, y tras la celebración de la palabra, postrado ante el
prelado diocesano escuchó las letanías de los santos, para después recibir la
imposición de las manos de Monseñor Franco y del
resto de los sacerdotes diocesanos, como símbolo de la intercesión del Espíritu
Santo.
Posteriormente, las manos del ordenado fueron ungidas con el Santo
Crisma, para recibir después los Santos Evangelios, la
patena y el cáliz y ser revestido con la casulla propia de su ministerio sacerdotal,
para completar así su entrada en el clero diocesano.
En
su homilía, el obispo se dirigió a Álvaro Marín para
recordarle el lema que eligió como presbítero ‘Todo lo puedo en aquel que me fortalece’,
y pedirle fortaleza y constancia durante su acción pastoral. Así, señaló que “el
Señor te llama a subir a su barca y bregar con él, para que seas pastor de la
Iglesia y administrador de sus misterios, y conducir a los hombres en una
travesía por el mundo hasta la otra orilla, que es la orilla de Dios”.
Monseñor Franco aseguró que para ejercer el sacerdocio -al igual que
para la vida cristiana- “no se puede ser cobarde, desconfiar de Cristo
o vivir la fe de una manera mediocre”, y recordó al nuevo sacerdote que a
través del sacramento del orden “la Iglesia te expropia de ti mismo y te
consagra a Cristo”.
“El sacerdocio te da la autoridad para enfrentarte al mal, pero
para ello tienes que imitar tu vida en el misterio de la cruz”, concluyó.
Marín
tuvo la oportunidad de dirigir sus primeras palabras como sacerdote ante sus ya
compañeros en el ministerio y ante el público asistente para agradecer el apoyo
recibido durante este tiempo de formación, con especial dedicación a sus padres Fernando y Mari
Cruz y sus hermanos María y Nano, así
como a formadores, compañeros y obispos que han animado su vocación. El
sacerdote pidió a Dios “fidelidad” para su
nueva andadura, y recordó al Santo Cura de Ars al
asegurar que “me postré consciente de mi nada y me levanté sacerdote
para siempre”, como prueba de su compromiso con esta ingente
tarea.
Tras
su ordenación, Álvaro Marín oficiará
su primera misa como sacerdote el sábado 26 a las 11 de la mañana en la
parroquia de Santa Teresa.
Marcelo Galindo
Fuente: El Adelantado de Segovia