“No tengo carro y uso la bicicleta. Si alguien me dice ‘mi familiar necesita la unción’, yo voy sin importar la hora”.
P. Paul Rivas. Crédito: Facebook Pbro. Paul Rivas |
Como no tiene auto aprovecha la bicicleta que le regalaron hace
poco para visitar las casas de los fieles y ofrecer confesarlos y
administrarles otros sacramentos como la Eucaristía y la Unción de los
enfermos.
El sacerdote fue ordenado el 28 de octubre de 2019, el día en que
la Iglesia en el Perú celebra al Señor de los Milagros, la devoción católica
más importante del país.
“Me regalaron la bicicleta por una cuestión de salud porque tengo
el colesterol alto, pero me preguntaba cómo podría usarla para ayudar a mis
fieles. Entonces hago las confesiones ‘delivery’ porque, aunque tenemos Misas
presenciales, son muy pocas las personas que vienen”, explicó el sacerdote a
ACI Prensa este 3 de junio.
El sacerdote, que es vicario en la parroquia San Conrado en la
urbanización Pro en Carabayllo, una zona donde hay también muchas necesidades
materiales, dijo que con su bicicleta “yo
voy donde están ellos, voy a buscar a las ovejas. Al día
confieso unas cuatro personas que así lo soliciten. También tengo un tiempo en
la iglesia y también me doy mi tiempo para mis oraciones”.
El P. Paul dijo a ACI Prensa que esta iniciativa de las confesiones
“delivery” nació la semana pasada y ya ha confesado a 32 personas en sus casas,
la mayoría ancianos.
“Voy con todos los implementos de bioseguridad. En mi bicicleta
voy con las luces necesarias, el casco, el protector facial, las mascarillas,
todo eso”, precisó.
El sacerdote contó que también ha impartido en tres ocasiones la
Unción de los enfermos y para este sacramento no tiene horario. “No tengo carro
y uso la bicicleta. Si alguien me dice ‘mi familiar necesita la unción’, yo voy
sin importar la hora”.
Como anécdota, el P. Paul recordó que “un amigo mío, cuando puse
el post en mis redes sociales, me pidió que vaya a confesarlo, pero él vive 70
km de mi parroquia, a lo cual yo le respondí que tendría que salir a las 4:00
a.m. para poder ir a confesarlo, un poco largo el viaje, pero para que él se
pueda encontrar con Dios y que Dios le absuelva los pecados yo voy a ir”.
El sacerdote diocesano, que ingresó al seminario a los 17 años,
también indicó que desde el inicio de la pandemia del coronavirus, que en
el Perú ha dejado más de 180 mil fallecidos según los
últimos datos oficiales, ha llevado donaciones a quienes más lo
necesitan.
“En todo este tiempo de la pandemia he estado asistiendo con ollas
comunes en cinco lugares de extrema pobreza, muchas de estas familias viven en
situaciones infrahumanas, muchos de ellos carecen de los servicios básicos: no
hay luz, agua ni desagüe”, explicó.
“En estos lugares hemos venido realizando diferentes obras para
llevarles alimentos. Esto lo hemos realizado con el apoyo de algunos policías
voluntarios de la comisaría de mi jurisdicción, con ellos hemos preparado
desayuno para llevar a los niños de estas zonas. En la Navidad del 2020 hemos
preparado una Navidad para mil niños y este año esperamos llegar al doble”,
agregó.
Para promover su campaña solidaria, que ayudará a familias en
cinco zonas necesitadas, el sacerdote indicó en su página de Facebook que “el peruano
unido puede hacer grandes cosas. Es momento de unirnos para apoyar a las
familias más golpeadas en este tiempo”.
“Necesitamos víveres, medicamentos, implementos de bioseguridad,
ropa de invierno y sobre todo que nos ayudes hacer extensiva esta campaña para
poder llegar a más personas”, indicó el sacerdote.