"La quiero mucho", dice Xavier. Llevan 66 años casados y la ama profundamente. También ahora que su esposa padece Alzheimer y está aislada en una residencia
Carmen padece Alzheimer y desde
hace cuatro años está en una residencia. Xavier nunca falta a su visita
diaria para encontrarse con el amor de su vida. Le muestra
fotografías de su familia «porque parece que las imágenes las recuerda», le
hace carantoñas…
Llegó la pandemia y los ancianos de la
residencia de Carmen (ella también) quedaron aislados del exterior para
prevenir un posible contagio. Ahora solo se les permite recibir una
visita semanalmente.
Desde entonces, Xavier va cada día
a la residencia, toma un taburete y se sienta en la acera frente a la
única ventana del centro que da a la calle. Al otro lado, una cuidadora de la
residencia acompaña a Carmen hasta la ventana. Así, los separa un cristal
pero el amor de Xavier se expresa con la mirada, con la voz y los
brazos.
Reza con ella el Avemaría
Le canta, le explica cosas, le muestra imágenes que guarda en el
teléfono móvil… y le reza el Avemaría: «Dios te salve, María, llena eres de
gracia…» y acompaña cada expresión con un gesto de mímica.
«Ella era muy creyente y… y yo también
me sumé». «Lo hago por ella», confiesa Xavier. Es conmovedor ver cómo
este marido se desvive por su esposa y es el vivo ejemplo del compromiso de
amarse «en
la salud y en la enfermedad, todos los días de mi vida», que se
hicieron al contraer matrimonio. Ella con Alzheimer, él andando con un bastón
que apoya en el alféizar de la ventana antes de sentarse en el taburete en la
acera. Es una historia similar a la que recogíamos en mayo del año pasado y del
que eran protagonistas Antonio y su
esposa, en un pueblo de Ciudad Real.
«Ella a veces ríe. Bueno, pues me siento satisfecho», explica él.
Para Xavier, estar junto a Carmen es lo más importante de su día.
Recuerda cómo se conocieron: «Nos contrataron en la fiesta mayor de Huesca y
allí la conocí y la fiché. Es una persona de muy buenos sentimientos, muy
trabajadora, muy dinámica, muy inteligente. La quiero mucho», asegura.
Dolors Massot
Fuente: Aleteia