Llevar calor
En las celdas
no tenemos calefacción, pero sí un acumulador que hace que tengamos diez grados
más sobre la temperatura exterior, y todo se templa un poco.
Las celdas de
Comunidad tienen instalados estos acumuladores de una forma muy curiosa, pues
cada celda tiene una canaleta en la misma esquina con los cables que alimentan
el acumulador de la celda siguiente. Desde tu celda, conduces el calor a la
siguiente.
Me quedé
mirando a una de estas canaletas: solo dejan pasar unos cables, no tienen otra
función en la celda por la que pasan y, sin embargo, desembocan en la siguiente
dando “calor” o “calidez” a la que vive en ella.
Pensaba en este
tiempo que estamos viviendo. Cuánto nos gustaría ser hoguera para calentar a
tanta gente que nos pide oración por los que están solos o ser calor para los
que necesitan consuelo.
Sin embargo, a
ti y a mí, ahora más que nunca, se nos pide ser esa celda que deja que pasen
los cables para dar calor a la otra persona. Esa es la oración, esa es la
intercesión; hacer de “puente” entre Cristo y los hombres desde la certeza de
que Él vela por todos y Su Amor por cada uno es infinito. Es prestar el corazón
y la voz a la voluntad divina.
Todos tenemos
alguna situación en el corazón que nos gustaría cambiar, acoger o ver que los
que la viven tienen paz; y muchas veces nuestras palabras o gestos no pueden
llegar... pero Cristo sí, y Él sí que puede generar en el corazón de esa
persona los frutos que tanto deseas, como menos imaginas... pero confía en que
Él actúa, no dejes de orar y confiar.
Hoy el reto del
amor es que seas “canaleta” que lleva calor a esa persona que tienes en el
corazón. Acércate a una iglesia o ve a una Eucaristía... Es Él, es Jesús, al
que acercaban a los enfermos, a los abatidos... acércale a esa persona que
tienes en el corazón; ponla a Sus pies, confía en Él. Llevará calor de la
manera que menos imaginas.
VIVE DE CRISTO
Fuente:
Dominicas de Lerma