Cortando el hilo
Estábamos preparadas para empezar
a rezar en el coro, vi que venía una hermana hacía mí...
-Tienes un hilo colgando de la
manga -me dijo.
Después metió su mano en el
bolsillo, ¿qué estaría buscando? Sacó unas tijeras plegables, las abrió y lo
cortó “de raíz”. Al ver que me extrañaba por el momento que era, añadió:
-Es que si no lo quitamos, va a
ser peor.
No pude agradecerle en ese
momento por lo rápido que sucedió todo. Pero sí que me quedé con ello para la
oración, y daba gracias al Señor por esos hermanos que tenemos cerca y “nos
cortan los hilos” antes de que sea peor.
El Señor nos pone cerca hermanos,
y muchas veces se sirve de ellos para que nos muestren lo que nosotros no
vemos, para que nos ayuden a cortar esos hilos que a nosotros nos enredan y
tanto nos complican.
Pero, cuando vemos un hilo...
¿qué hacemos? Tendemos a tirar de él para cortarlo, sin éxito, porque lo que
ocurre es que tiramos de la prenda y sale más y más hilo. Nos aislamos porque
todo se complica cada vez más.
Sin embargo, ¡todos tenemos
hilos! Y la pandemia nos lo está mostrando: que todos pasamos los mismos
procesos, que todos necesitamos de todos. Cristo acudía a sus discípulos en los
momentos difíciles, nos muestra cómo quiere que seamos Comunidad en Él.
Hoy el reto del amor es que
acudas a un hermano, a esa persona con la que puedas abrir el corazón y que,
desde el Señor, “saque las tijeras” y te ayude a cortar el hilo de lo que te
preocupa o te agobia. Descubrirás que no estás solo, que Cristo se sirve de los
hermanos y que enseñarle tu hilo os unirá más, porque es en los “hilos” donde
todos nos encontramos. Cuenta con los hermanos y...
VIVE DE CRISTO
Fuente: Dominicas de Lerma